La lírica de posguerra
La lírica posterior a la Guerra Civil abarca un extenso periodo de tiempo que termina en la poesía actual. Sin olvidar la poesía del destierro (representada por León Felipe), ni la cultivada durante los años de la contienda y los inmediatamente posteriores, podemos distinguir múltiples tendencias poéticas que fueron surgiendo a lo largo de estas últimas décadas:
AÑOS CUARENTA
- Poesía "arraigada" de la Generación del 36 y poesía de los garcilasistas (neoclasicista).
- 1944: publicación de Hijos de la ira de Dámaso Alonso y Sombra del paraíso de Vicente Aleixandre. Se trata de una poesía "desarraigada" y existencialista que, desde una perspectiva histórica, se centra en el sufrimiento del ser humano.
- Otras manifestaciones vinculadas con las vanguardias fueron el Postismo, el Surrealismo y el "Grupo Cántico".
AÑOS CINCUENTA
Predomina una poesía social que pretende ser un testimonio crítico de la situación sociopolítica del momento. La poesía se entiende como comunicación y se dirige a una inmensa mayoría, pues el poeta cree que es un arma para transformar la adversa realidad. Esta tendencia está representada por Gabriel Celaya, Blas de Otero o José Hierro, entre otros.
AÑOS SESENTA
La poesía, más centrada en el individuo que en lo social, ya no se define como comunicación. Los poetas de la promoción del 60 consideran que la poesía es un medio de conocimiento de la realidad. Esta idea tiene una consecuencia práctica: se evita el peso temático excesivo de la poesía social al tiempo que se enriquece el lenguaje como herramienta para acceder a la realidad. Entre estos poeta se encuentran Jaime Gil de Biedma, Ángel Gónzalez, José Ángel Valente, J.M. Caballero Bonald o J.A. Goytisolo.
AÑOS SETENTA
En 1970 J.M. Castellet publicó una polémica antología bajo el título Nueve novísimos poetas españoles. Estos poetas novísimos se caracterizaron por la experimentación lingüística, el alejamiento del realismo, el culturalismo e interés por los mitos provenientes de los medios de comunicación o la metapoesía. Entre estos poetas se encuentran Pere Gimferrer, Antonio Mártinez Sarrión, Félix de Azúa, Manuel Vázquez Montalbán o Ana María Moix.
AÑOS OCHENTA Y NOVENTA
En estas décadas se dieron gran diversidad de tendencias, entre las que destacan la poesía culturalista, cuyo máximo representante es Luis Antonio de Villena; la poesía experimental o surrealista de Blanca Andreu y, sobre todo, la poesía figurativa o de la experiencia, tendencia mayoritaria en la poesía actual, es cultivada por Luis García Montero o Luis Alberto de Cuenca.