Tarea

Trabajad en grupos de investigación
Leed, con calma, los textos A, B, C y D.
TEXTO A
Si mirase un roble centenario en mi pueblo de Ribadavia en una tarde de mayo, diría que es un testigo mudo del tiempo. Sus ramas, como brazos extendidos hacia el cielo, parecen sostener los sueños y los recuerdos del viento. Si el sol bailase entre sus hojas verdes y frágiles, haría jugar luces y sombras en el suelo, un lienzo vivo de colores cambiantes, a veces tenebroso. Su corteza rugosa, que recuerda un rostro anciano, contaría historias de tormentas y tranquilas noches estrelladas. Quizá, si las raíces hablaran, relatarían secretos del corazón de la tierra y del sentir gallego.
TEXTO B
El roble (Quercus robur), muy similar al rebollo (Quercus pyrenaica), es un árbol caducifolio característico de los bosques templados y muy presente en Galicia. Puede alcanzar alturas de hasta 40 metros y una longevidad superior a los 500 años. Sus hojas tienen forma lobulada, presentan una disposición alterna y son de color verde intenso. La corteza, gruesa y rugosa, actúa como protección contra factores externos, mientras que el sistema radicular profundo permite captar nutrientes en suelos pobres. Es una especie clave para el ecosistema, proporcionando hábitat y alimento para numerosas especies de fauna.
TEXTO C
Las auroras boreales son fenómenos luminosos que se producen en las regiones polares cuando partículas cargadas del viento solar interactúan con la atmósfera terrestre. Estas partículas, principalmente electrones y protones, chocan con el oxígeno y el nitrógeno de las capas altas de la atmósfera, creando luces que pueden verse a simple vista. Los colores más comunes son el verde, causado por el oxígeno a unos 100 km de altura, y el violeta, generado por el nitrógeno. Estos fenómenos suelen aparecer en forma de arcos o cortinas ondulantes, y su intensidad varía según la actividad solar.
TEXTO D
Si tuviera la suerte de ver una aurora boreal, sentiría como si el cielo se vistiera con un manto mágico de luces danzantes. Los tonos verdes y violetas, que parecen respirar y moverse como las olas del mar, llenarían el horizonte con un espectáculo etéreo. Si el viento frío del Ártico murmurara entre las montañas, acompañaría esa danza celestial con una música invisible. Las estrellas, pequeñas testigos silenciosas, quedarían envueltas por la magia de los colores que iluminan la oscuridad. Quizá, si las auroras hablaran, contarían secretos de los vientos solares que viajan por el universo.
Tarea
- ¿Qué textos pensáis que son científicos y cuáles literarios?
- Indicad al menos 3 aspectos que diferencian los textos.
- Cuando hayáis terminado, podéis revisar la retroalimentación.
Los textos A y D son literarios, y los textos B y C son científicos.
Algunas diferencias importantes entre los textos:
Objetividad y subjetividad: el texto literario (A, D) busca transmitir emociones y sensaciones, mientras que el texto científico (B, C) ofrece información clara y objetiva, sin expresar sentimientos.
Lenguaje: en el texto literario (A, D) se utilizan palabras que estimulan la imaginación, como comparaciones o metáforas. En el texto científico (B, C), se emplean términos técnicos y explicativos para describir con precisión lo que se quiere comunicar.
Finalidad: el texto literario (A, D) pretende emocionar o invitar a reflexionar al lector o lectora, mientras que el texto científico (B, C) busca enseñar algo de manera precisa para que todos lo comprendan de la misma forma.
Estructura: el texto literario (A, D) tiene una estructura más libre, como una narrativa que fluye. En cambio, el texto científico (B, C) sigue un orden claro, similar a pasos para describir o explicar algo, utilizando frases claras y concisas.