La historia de la ciencia es el relato de cómo las personas intentaron entender el mundo observando y razonando. Comienza hace miles de años, cuando las civilizaciones antiguas, como los egipcios y los griegos, estudiaban los astros (el Sol, la Luna o las estrellas), la medicina y las matemáticas.

En el Renacimiento (seguro que lo recuerdas de las clases de historia), científicos como Galileo y Copérnico comenzaron a observar el cielo de formas nuevas, cambiando para siempre nuestra comprensión del universo. En el siglo XVII, durante la Revolución Científica, se produjeron grandes avances, como las leyes del movimiento de Isaac Newton en física o los estudios de anatomía en biología.

Más adelante, en los siglos XIX y XX, surgieron descubrimientos que revolucionaron el mundo, como la electricidad, la química y la genética. Estos avances transformaron la tecnología y la medicina, mejorando mucho la vida de las personas. Hoy en día, la ciencia sigue avanzando gracias a las tecnologías modernas, como los computadores y los estudios del espacio, buscando responder preguntas fascinantes sobre el universo y la vida.

Históricamente, la presencia de las mujeres en la ciencia fue muy limitada hasta hace pocas décadas. Los grandes nombres de la historia de la ciencia suelen ser masculinos, ya que la discriminación afectó el acceso de las mujeres a la investigación durante mucho tiempo. Hoy, por suerte, las cosas están cambiando: cada vez más mujeres participan en la ciencia, aunque queda camino por recorrer para alcanzar una igualdad total.