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POESÍA

https://es.wikipedia.org/wiki/Pluma_estilogr%C3%A1fica#/media/File:Fuellfederhalter.jpg

 

 

El poema no es un juego,

no es un jeroglífico.

Pero hay que darle la vuelta

a las palabras, saber

que viven entrelíneas,

que se muerden la lengua

para decirnos:

en lo que callan

me hablan.

Escribir es niebla.

Para mí quiero

todas las palabras.

Cuando escribo me escriben.

En su tela me enredo.

         (ÁNGELES MORA, Bajo la alfombra)

 

Escribo sin modelo

 a lo que salga,

escribo de memoria

             de repente,

escribo sobre mí,

              sobre la gente,

como un trágico juego

sin cartas solitario,

barajo los colores

            los amores,

las urbanas personas

las violentas palabras

y en vez de echarme al odio

o a la calle,

escribo a lo que salga.

    (GLORIA FUERTES, Historia de Gloria)

 

 

En mi familia no hay poetas.

Pero mi abuelo Gregorio,
cuando regaba el huerto en Belinchón,
se quedó tantas tardes
velando las acequias, murmurando:
No bebemos
el agua: es ella quien nos bebe.
El agua
es
la mujer.

No, en mi familia no hay poetas.

Pero una vez, muy niña, encontré cáscaras
de huevo azul
a los pies del almendruco.
Se las mostré a mi padre y mi padre, silencioso,
me enseñó a hacerles un nido
con ramaje;
y me enseñó por qué: hay pedazos de vida
que son
sueños enteros.

En mi familia, os digo, no hay poetas.

Pero cuando mi bisabuela
Asunción
contempló por vez primera el mar
-la primera y la única-,
me cuentan que se quedó muy seria, muy callada,
durante un ancho rato, hasta que dijo:
Gracias
por
los ojos.

No sé de dónde salgo. En mi familia
no hay poetas
malos.

     (MARTHA ASUNCIÓN ALONSO, Wendy)

  

Ser poeta es superfluo. Es herida sin bordes.

Es dejar que nos vean con las manos vacías

y afirmar tercamente que van llenas de rosas.

Presentar a la noche nuestros hombros desnudos

y volar con el júbilo de quiméricas alas

por el cielo de roca que los dioses desertan.

Ser poeta es inútil en un mundo acosado.

         (ÁNGELA FIGUERA, El grito inútil)

 
 

Escribir es defender la soledad en que se está:

es una acción que sólo brota desde un aislamiento afectivo,

pero desde un aislamiento comunicable,

en que, precisamente, por la lejanía de toda cosa

concreta se hace posible un descubrimiento

de relaciones entre ellas. El escritor sale de su soledad

a comunicar el secreto. Luego ya no es el secreto

mismo conocido por él lo que colma,

puesto que necesita comunicarle.

¿Será esta comunicación?

Si es ella, el acto de escribir es sólo medio,

y lo escrito, el instrumento forjado.

Pero caracteriza el instrumento el que se forja

en vista de algo, y este algo es lo que

le presta su nobleza y esplendor.

         (MARÍA ZAMBRANO, Por qué se escribe)