La sombra de un látigo golpeó mi alegría dejó el aire desierto de rosas, apagó las estrellas, el beso, la sangre. (ANGELINA GATELL, Las Claudicaciones)
Contigo a la mar, al viento, a la más alta montaña, en el más solo aislamiento; o a las arenas estériles del más lejano desierto.
¡Dónde me pidas, iré! (CONCHA MÉNDEZ, Inquietudes) |
Perderte y ganarte es la plata de la luna en el agua. Mas nada existiría si te fueras. (ÁNGELES MORA, Bajo la alfombra)
Vivir es una herida que se ahonda hasta ser manantial de todo aliento. ¿Será la paz morir? ¿Anonadarnos? ¿Nuevas heridas, muertos, sufriremos? (CONCHA ZARDOYA, Manhattan y otras latitudes) |
LA POESÍA Y LAS POETAS. BANCO DE TEXTOS.
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