![]() Ibas a nacer, yo sola iba contigo a esperarte. (La madre va siempre sola quienquiera que la acompañe; el mundo es como un desierto y un hijo en él, un oasis). Caminabas en mi seno, mis ojos se hacían más grandes; la tierra con mar y cielo era más firme que antes. Ibas a nacer, el mundo se afianza en mi sangre... (CONCHA MÉNDEZ, Lluvías enlazadas) |
Tiempo atrás, vida atrás, me recogí en mi sangre y aniñé mi esperanza para crear un fruto. En el tierno silencio de aquellos largos meses nos mecía a los dos el giro de la tierra. Después, al alumbrarlo, la tierra se detuvo. (MARÍA VICTORIA ATENCIA, Trances de Nuestra Señora)
Fuera, las madres dóciles que alumbran con terrible alarido; las que acarrean hijos como fardos y las que ven secarse ante sus ojos la carne que parieron y renuevan su grito primitivo. (ÁNGELA FIGUERA, Vencida por el Ángel)
Mi hijo vive conmigo, va dentro de mi sangre, pero no os lo daré nunca si antes de que mi cuerpo esté seco no alejáis eternamente la guerra de nuestro suelo. Yo no me abriré en fruto para que vuestro fruto me dé la muerte. (CARMEN CONDE, Mientras los hombres mueren)
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LA POESÍA Y LAS POETAS. BANCO DE TEXTOS.
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