3.9 La llave de plata
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Un personaje del escritor fantástico H. P. Lovecraft emprende la búsqueda de una ciudad con cuyas cúpulas doradas en el sol de la tarde había soñado tantas veces. Perdido entre las marañas de callejuelas puede, por fin –gracias al auxilio de una mágica llave de plata-, acceder a ella. Cuando lo logra, descubre que no es otra que su propia ciudad natal: manifestada o revelada bajo una nueva luz. Sí: la ciudad onírica estaba dentro de su ciudad real (podemos extrapolarla nosotros ahora) como el conocimiento está dentro de la información: agazapado, polvoriento, esperando la llave mágica. Y ya es hora de revelar nuestro secreto: la llave mágica del conocimiento es la lectura. Será necesario repetirlo porque estamos subyugados por la magnitud y las virtudes de los nuevos prodigios tecnológicos, y al tiempo deberemos reaprender las potencialidades y las maravillas de algo que consideramos trivial, solo porque lo poseemos ya, y porque nos acompaña desde hace muchísimo tiempo. La lectura es la capacidad de los humanos alfabetizados para extraer la información textual. (Existe también la “lectura de las imágenes” de la que habremos de hablar igualmente…) Y es hora de avanzar la tesis central de estas páginas: la lectura es la llave del conocimiento en la sociedad de la información. La colosal acumulación de datos que ha constituido la sociedad digital no será nada sin los hombres que los recorran, integren y asimilen. Y esto no será posible sin habilidades avanzadas de lectura. Es cierto que el acceso a la información digital exige nuevos saberes. Algunos de ellos antes estaban confinados a profesiones muy especializadas (los documentalistas, los bibliotecarios). Pienso en la capacidad de manejar bases de datos, en la utilización de palabras clave para las búsquedas […]… Todo ello es real: son saberes nuevos, antes reducidos a una práctica profesional, y hoy necesarios hasta para el escolar que prepara un trabajo. Pero además de ellos, y vitalmente necesaria para la conversión de las informaciones halladas en conocimientos, está la habilidad tradicional de la lectura. Que no nos extrañe: el desarrollo humano no avanza en zigzag ni a saltos, sino que normalmente construye sobre lo anterior. La lucha por comprender y utilizar las nuevas tecnologías digitales exige muchas cosas nuevas, sí; pero presupone las antiguas. Y la más importante de ellas es la lectura. |
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Millán, José Antonio, La lectura y la sociedad del conocimiento. Federación de Gremios de Editores, 2001 |
Actividades propuestas
S34. Conteste las siguientes preguntas
¿Cuál es, según el autor, la llave mágica del conocimiento, incluso en la sociedad de la información?
Para alcanzar el conocimiento, ¿basta con la ingente cantidad de datos que nos proporciona una sociedad digital como la nuestra?
¿Qué combinación de elementos exige el acceso a la información digital?
Indique en qué párrafo se encuentra la conclusión del autor y diga cuál es.
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