3.2 Un pueblo de la Amazonía: los machiguenga

Actividade de lectura

La menor enfermedad solía acabar con ellos. Tenían un miedo cerval al catarro, como muchas tribus de la Amazonía –estornudar delante suyo significaba siempre, espantarlos- pero, a diferencia de otras, se negaban a sanar cuando caían enfermos. Al primer dolor de cabeza, hemorragia, accidente, se disponía a morir. Rechazaban tomar medicinas o dejarse curar. “Para qué, si de todas maneras hemos de irnos”, respondían. Sus brujos o curanderos –los seripigaris- eran consultados y requeridos para exorcizar los malos espíritus y los daños del alma; pero una vez que éstos se manifestaban en males del cuerpo los tenían poco menos que por irreparables. Era un espectáculo frecuente, entre ellos, ver que el enfermo se iba a acostar junto al río, a esperar la muerte.

Su susceptibilidad y desconfianza hacia los forasteros eran extremadas, así como su fatalismo y timidez.

Vargas Llosa, Mario, El hablador, Seix Barral, Barcelona, 1991

Actividades propuestas

S23.        Texto Un pueblo de la Amazonía. Lea con rapidez y compare el fragmento A y el fragmento B, y subraye en el B todas las palabras y expresiones que cambian.

fragmento A

La menor enfermedad solía acabar con ellos. Tenían un miedo cerval al catarro, como muchas tribus de la Amazonía –estornudar delante suyo significaba siempre, espantarlos- pero, a diferencia de otras, se negaban a sanar cuando caían enfermos. Al primer dolor de cabeza, hemorragia, accidente, se disponía a morir. Rechazaban tomar medicinas o dejarse curar. “Para qué, si de todas maneras hemos de irnos”, respondían.

fragmento B

La enfermedad más pequeña acostumbraba acabar con ellos. Tenían un miedo loco al resfriado, como muchas tribus de la Amazonía –estornudar delante de ellos significaba siempre, ahuyentarlos- pero, a diferencia de otras, no querían sanar cuando caían enfermos. Al primer dolor de cabeza, hemorragia, accidente, se decidía a fallecer. Rechazaban medicarse o dejarse curar. “Para qué, si de todas formas hemos de morir”, contestaban.

Actividade de lectura

S24.        Lea con rapidez las frases siguientes en horizontal dando “tres saltos” con la mirada, centrando la visión en el punto medio de cada tramo.

La menor enfermedad

solía

acabar con ellos.

Tenían

un miedo cerval

al catarro.

Estornudar delante suyo

significaba siempre,

espantarlos.

Sus brujos o curanderos

eran consultados

para exorcizar los malos espíritus.

El enfermo

se acostaba

junto al río.

Tome

la suspensión

con las comidas.

Agite bien

el frasco

antes de cada toma.

No tome

este medicamento

si es alérgico.

Este medicamento

modifica

la acción de otros fármacos.

 

S25.        Texto Un pueblo de la Amazonía. Lea de nuevo el texto de Vargas Llosa y realice este ejercicio. Se han introducido varias “frases piratas” que no figuran en ese texto. Localícelas y subráyelas (sin consultar otra vez el texto original hasta después de acabar el ejercicio).

 

La menor enfermedad contraída en sus correrías por el río solía acabar con ellos. Tenían un miedo cerval al catarro, a la gripe y a la pulmonía, como muchas tribus de la Amazonía –estornudar delante suyo significaba siempre, espantarlos y respondían violentamente- pero, a diferencia de otras, se negaban a sanar cuando caían enfermos. Al primer dolor de cabeza, hemorragia, accidente, se disponía a morir entre grandes gritos y aspavientos. Rechazaban tomar medicinas o dejarse curar. “Para qué, si de todas maneras hemos de irnos hacia el reino de las tinieblas”, respondían. Sus brujos o curanderos –los seripigaris- eran consultados y requeridos para exorcizar los malos espíritus, los pecados y los daños del alma; pero una vez que éstos se manifestaban en males del cuerpo los tenían poco menos que por irreparables. Era un espectáculo frecuente y divertido, entre ellos, ver que el enfermo se iba a acostar junto al río, a esperar la muerte.

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