Con la finalidad de entender los riesgos de la IA generativa, vamos a estudiar un caso concreto: la creación de una influencer por IA: el caso de Aitana López.
Estudio de caso: Aitana López
La influencer que existe gracias a la IA
Aitana López representa un hito en la evolución del marketing digital y la creación de contenidos: es una influencer virtual, diseñada y gestionada íntegramente mediante inteligencia artificial y herramientas de diseño. Fue creada por la agencia barcelonesa The Clueless, con Rubén Cruz al frente, como una solución innovadora a los desafíos logísticos y económicos de trabajar con influencers humanos. Su desarrollo, que se hizo público de manera notable a mediados y finales de 2023, combina inteligencia artificial para la generación de imágenes base con un trabajo intensivo de diseño gráfico humano para refinarla y darle una personalidad específica (chica de 25 años, barcelonesa, aficionada al fitness y a los videojuegos). Su evolución fue rápida, pasando de ser un proyecto interno de la agencia a un fenómeno mediático en pocos meses.
Su repercusión como influencer virtual es considerable. Logró acumular rápidamente una gran base de seguidores en Instagram (superando los 120.000 en su auge inicial) y generó una amplia cobertura en los medios de comunicación estatales e internacionales. Su capacidad para generar ingresos, estimada por la agencia entre 3.000€ y 10.000€ mensuales a través de publicidad y plataformas como Fanvue, subraya su viabilidad comercial. Participó en campañas para marcas, consolidándose como una figura relevante en el panorama emergente de los influencers virtuales.
A pesar de su éxito comercial, Aitana ha sido objeto de críticas importantes. Se le acusa principalmente de perpetuar estándares de belleza irreales y sexualizados, al ser una imagen digitalmente perfeccionada. Esto genera riesgos relacionados con la autoestima de la audiencia y con la representación corporal. Además, surgen preocupaciones éticas sobre la transparencia (si todos los usuarios son conscientes de su naturaleza artificial), la autenticidad de la conexión que puede establecer y el impacto negativo potencial en las oportunidades laborales de modelos e influencers humanos.
El caso de Aitana López ilustra los retos y debates que acompañan el auge de la inteligencia artificial en la creación de contenidos y el marketing. Expone cuestiones como la necesidad de transparencia en la identificación de entidades virtuales, la ética de sustituir interacciones humanas por simulaciones digitales y el futuro de la autenticidad en la era digital. Aitana no es solo una influencer; es un símbolo de una transformación en marcha que nos obliga a reflexionar sobre cómo la tecnología está redefiniendo la identidad, la influencia y la propia naturaleza de la realidad en línea.
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