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4.2 Desarrollar

Propiedades textuales e IA

La coherencia

La coherencia es un principio fundamental en la comunicación que garantiza que un texto tenga sentido y que las ideas que lo componen se organicen de manera lógica. Un mensaje coherente permite que el receptor comprenda sin esfuerzo cuál es el tema principal y cómo se relacionan las diferentes partes del discurso. Para lograrlo, es necesario que exista una unidad temática clara, es decir, que todas las ideas giren en torno a un mismo asunto y contribuyan a su desarrollo. Si en una conversación alguien comienza hablando sobre su película favorita y, sin ninguna conexión evidente, cambia de tema para hablar del tiempo, el interlocutor puede sentirse desorientado. La coherencia, por tanto, no solo facilita la comprensión del mensaje, sino que también refuerza su eficacia comunicativa.

Además de la unidad temática, un texto coherente debe presentar una progresión lógica en la exposición de sus ideas. Esto significa que cada nueva información debe estar relacionada con la anterior y contribuir al desarrollo del mensaje. En un relato, por ejemplo, los acontecimientos deben seguir un orden que tenga sentido para el lector, sea cronológico o estructurado según otro criterio claro. Del mismo modo, en un texto argumentativo, las razones deben presentarse de forma ordenada para sostener una conclusión convincente. Cuando estas conexiones no se establecen correctamente, el mensaje puede volverse confuso o inconexo, dificultando su interpretación.

Coherencia en la IA

En el caso de los modelos de inteligencia artificial como ChatGPT, la coherencia es el resultado de un proceso basado en el análisis de grandes cantidades de texto. La IA genera respuestas prediciendo qué palabras y estructuras sintácticas son más probables en función del contexto previo. Sin embargo, su capacidad para mantener la coherencia está limitada por la información que se le proporciona y por la forma en que organiza los datos. Por ejemplo, si un usuario formula una pregunta ambigua o cambia de tema abruptamente en una conversación con la IA, el modelo puede generar respuestas incoherentes o repetitivas, ya que no posee una comprensión real del significado de los textos, sino que opera mediante patrones estadísticos.

Por esta razón, aunque la IA puede producir textos que parecen bien estructurados, sigue dependiendo en gran medida de la intervención humana para garantizar que sus respuestas sean verdaderamente coherentes. En la práctica, esto implica que los usuarios deben formular sus preguntas con claridad y proporcionar suficiente contexto para que la IA genere respuestas adecuadas.

La adecuación

La adecuación es un principio esencial en la comunicación que permite que un mensaje se ajuste a la situación en que se produce. No hablamos de la simple corrección gramatical o de que las palabras tengan sentido dentro de un texto, sino de que este responda a las expectativas del contexto en que se emite. Para que un mensaje sea adecuado, debe adaptarse a factores como la intención del hablante, el tipo de interlocutor, el canal de comunicación y el grado de formalidad requerido. Por ejemplo, no nos expresamos igual en una entrevista de trabajo que en una conversación con amigos, aunque en ambos casos nuestro objetivo sea transmitir información. La adecuación lingüística implica, por tanto, que el emisor sea consciente de estas diferencias y seleccione las estrategias comunicativas más apropiadas en cada situación.

Uno de los aspectos clave de la adecuación es el registro, es decir, el nivel de formalidad que adoptamos en función del contexto y de nuestro interlocutor. En un entorno académico o profesional, se espera un registro más elaborado, con estructuras sintácticas complejas y un vocabulario preciso, mientras que en una charla informal se permite una mayor espontaneidad, con frases más cortas y expresiones coloquiales. Además, la adecuación también depende del canal a través del cual se transmite el mensaje. En una conversación cara a cara, el tono de voz y los gestos contribuyen a matizar el significado, pero en un mensaje escrito es necesario suplir estas señales con otros recursos, como el uso de signos de puntuación o la elección de determinadas palabras para marcar la intención comunicativa.

La adecuación y las IA

Las inteligencias artificiales generativas, como ChatGPT, fueron diseñadas para adaptar su lenguaje según el tipo de interacción y el tono que detectan en los mensajes de los usuarios. Esto significa que pueden responder con un mayor o menor grado de formalidad dependiendo de cómo se les formule una pregunta. Sin embargo, a pesar de estos avances, los modelos de IA aún presentan limitaciones en la interpretación de ciertos matices contextuales. Por ejemplo, pueden generar respuestas demasiado formales en conversaciones informales o, por el contrario, emplear un lenguaje excesivamente coloquial en situaciones que requieren precisión y seriedad. Además, la IA no siempre capta referencias culturales, ironía o dobles sentidos, lo que puede afectar a la adecuación de sus respuestas.

Por este motivo, el uso de herramientas de inteligencia artificial en la comunicación requiere una supervisión crítica por parte del usuario.

La coherencia y la adecuación en un texto no dependen únicamente de la intención del emisor o del conocimiento del tema, sino también de una serie de mecanismos lingüísticos que permiten organizar la información de manera clara y estructurada. Estos mecanismos incluyen el uso de conectores discursivos, la selección léxica adecuada, la construcción sintáctica coherente y la organización del contenido en párrafos bien estructurados. Todos estos elementos contribuyen a que el receptor pueda interpretar el mensaje sin dificultades, siguiendo la lógica interna del texto y comprendiendo su propósito comunicativo. La ausencia de estos recursos puede dar lugar a textos confusos, desordenados o ambiguos, lo que afecta tanto a su comprensión como a su impacto en el lector o interlocutor.

Si la coherencia y la adecuación dependen del contexto y de la intención comunicativa, ¿hasta qué punto puede una IA alcanzar una verdadera comprensión de estos factores? Las herramientas de inteligencia artificial pueden ser aliadas en este proceso, pero siempre desde una postura activa y reflexiva. Como hablantes, nuestro reto no es solo aprender a usar estas tecnologías, sino también cuestionarlas y mejorar continuamente nuestra propia capacidad de expresión.

Feito con eXeLearning (Nova xanela)