Sintaxis y semántica
Introducción
La sintaxis semántica estudia cómo la estructura de las oraciones influye en su interpretación. La misma secuencia de palabras puede dar lugar a significados distintos dependiendo de la manera en que organizamos los elementos.
Uno de los problemas más frecuentes en esta relación es la ambigüedad estructural, que ocurre cuando una oración admite varias interpretaciones. Por ejemplo, en "El profesor miró al estudiante con la lupa", no queda claro si el estudiante tiene la lupa o si el profesor la usó para observarlo. La sintaxis semántica explora cómo los hablantes resuelven estas ambigüedades y cómo los sistemas de inteligencia artificial intentan imitarlos.
Conceptos fundamentales
En el análisis de cómo construimos sentido es fundamental la distinción entre tema y rema; con estos dos términos diferenciamos la información conocida de la información que adquirimos, es decir, aquello de lo que se habla (tema) y la nueva información que se aporta (rema). Por ejemplo, en la frase "Las Islas Cíes tienen playas paradisíacas", "Las Islas Cíes" es el tema porque ya es una referencia conocida, mientras que "tienen playas paradisíacas" es el rema porque introduce información nueva. La correcta estructuración de tema y rema facilita la progresión temática de un texto, permitiendo que la información se construya de forma lógica y sin repeticiones innecesarias.
La valencia verbal también desempeña un papel clave en la sintaxis semántica. No todos los verbos requieren el mismo número de elementos para formar una oración gramaticalmente correcta. Podemos diferenciar:
- Verbos intransitivos, que no necesitan complementos, como "nevar" ("Ayer nevó en Lugo").
- Verbos transitivos, que exigen un complemento directo, como "leer" ("María leyó un libro").
- Verbos ditransitivos, que requieren dos complementos, como "dar" ("El abuelo le dio un regalo a su nieto").
Los elementos que acompañan a los verbos reciben el nombre de actantes, que pueden ser obligatorios u optativos. Para analizar estas relaciones, empleamos el concepto de argumentos y adjuntos. Los argumentos son los elementos esenciales para completar el significado del verbo (sujeto, objeto directo o indirecto), mientras que los adjuntos aportan información adicional sobre tiempo, lugar o modo, sin ser imprescindibles. Por ejemplo, en "Juan llevó el perro al monte ayer", "Juan" es el sujeto y "el perro" es el objeto directo (argumentos), mientras que "al monte" y "ayer" son adjuntos que añaden información pero pueden omitirse sin alterar la gramaticalidad.
Según el número de argumentos, los verbos pueden clasificarse en:
- Avalentes: no tienen ningún argumento exigido, por ejemplo los verbos impersonales de fenómeno atmosférico: llueve, llovizna, nieva.
- Monovalentes: tienen un único argumento normalmente el sujeto, por ejemplo, los verbos intransitivos: el ascensor ya funciona, el tiempo vuela.
- Bivalentes: aquellos que precisan de dos argumentos normalmente transitivos, por ejemplo: la aseguradora tramitó el contrato.
- Trivalentes: aquellos que precisan de tres argumentos, por ejemplo los ditransitivos: la compañía telefónica nos envió la factura.
- Tetravalentes: aquellos que precisan de cuatro argumentos, por ejemplo los verbos de traslado: el comprador transfirió el importe desde su cuenta a la cuenta de la compañía.
Roles semánticos
Otro aspecto clave son los roles semánticos, que describen las funciones de los participantes dentro de una oración. Entre los más habituales están:
- Agente: Participante que realiza deliberadamente la acción; por ejemplo, Juan en Juan leyó el libro.
- Paciente: Participante que sufre la acción y cambia de estado al final; por ejemplo, "el tractor" en La roca aplastó al tractor.
- Tema o Participante: Participante en el que se realiza la acción, sin cambio de estado; por ejemplo, "las manzanas" en Me gustan mucho las manzanas.
- Experimentador: Entidad que recibe un estímulo sensorial, cognitivo o emocional; por ejemplo, Susana en Susana escuchó la canción.
- Instrumento: Participante usado para realizar la acción; por ejemplo, "unas tijeras" en El alcalde cortó la cinta con unas tijeras.
- Ubicación: Lugar donde ocurre la acción; por ejemplo, "en el parque" en Los niños juegan en el parque.
- Dirección o Meta: Lugar hacia el cual se dirige la acción; por ejemplo, "hacia el oasis alejado" en La caravana continuó hacia el oasis alejado.
- Destinatario: Participante que recibe algo, asociado a cambios de posesión; por ejemplo, Juan en Envié la carta a Juan.
- Fuente u Origen: Lugar de donde proviene la acción; por ejemplo, "desde el centro" en El cohete fue lanzado desde el centro.
- Tiempo: Momento en que ocurre la acción o estado; por ejemplo, "ayer" en El cohete fue lanzado ayer.
- Beneficiario: Entidad para cuyo beneficio se realiza la acción; por ejemplo, "mi novia" en Cociné un rosco para mi novia.
- Modo: Manera en que se realiza la acción; por ejemplo, "con gran urgencia" en Con gran urgencia, Lourdes llamó al 112.
- Causa: Entidad preexistente considerada como causa de la acción; por ejemplo, "la tarta" en Carlos comió la tarta porque llevaba tiempo sin comer.
- Finalidad o Propósito: Meta no preexistente por la que se realiza la acción; por ejemplo, "para ganar el concurso" en Carlos comió la tarta para ganar el concurso.
- Compañía: Entidad animada que participa junto con el agente, paciente o causa; por ejemplo, "con sus amigos" en Llegó con sus amigos.
No contamos aún con una lista consensuada y pueden existir cambios en los términos; sin embargo comprender los roles semánticos ayuda a interpretar oraciones y a evitar confusiones y determinar su estructura sintáctica, ya que los dos elementos funciones y roles semánticos están relacionados. Por ejemplo, en la frase "El barco hundió la isla", parece que la isla fue hundida por el barco, pero esta estructura no tiene sentido. Lo lógico sería reformular la oración o añadir elementos como "El barco se hundió cerca de la isla".
La sintaxis semántica también se refleja en el orden de los elementos dentro de una oración, que puede modificar el significado o darle énfasis a ciertas palabras. En gallego, "María sólo vio a Juan" no significa lo mismo que "Sólo María vio a Juan". El desplazamiento de palabras dentro de la oración puede alterar el foco informativo, permitiendo destacar o matizar ciertas ideas en función del contexto comunicativo.
Inteligencia artificial y sintaxis semántica
La inteligencia artificial precisa comprender la relación entre sintaxis y semántica para generar contenidos que sean legibles y coherentes. Los modelos de procesamiento del lenguaje natural (PLN) analizan grandes corpus textuales para identificar patrones y reproducirlos de manera natural. Por ejemplo, un asistente virtual debe reconocer si la consulta "¿Qué tiempo hace en Santiago?" requiere una respuesta meteorológica y no información histórica sobre la ciudad.
Los algoritmos basados en redes semánticas permiten que los sistemas relacionen conceptos y establezcan conexiones lógicas entre ellos. Esto se explica en la traducción automática: si un traductor en línea encuentra la palabra "estrella", debe decidir si se refiere a un cuerpo celeste o a una persona famosa en función del contexto. Los estructuradores semánticos ayudan a evitar errores de este tipo, garantizando una mayor precisión.
También es fundamental la cohesión discursiva en los textos generados automáticamente. Si una IA responde a un usuario, debe mantener una progresión lógica y evitar repeticiones incoherentes. Sin estructuradores semánticos, los textos generados podrían carecer de unidad, afectando su comprensibilidad.

La interrelación entre sintaxis y semántica no sólo permite construir textos bien estructurados, sino que también facilita la comprensión del lenguaje en distintos contextos. En el ámbito educativo, aplicar estos conocimientos ayuda a mejorar la expresión escrita y la interpretación de textos complejos. En el contexto digital, comprender cómo funcionan los estructuradores semánticos permite analizar críticamente los contenidos generados por inteligencia artificial y evitar malentendidos. Dominar estos aspectos significa no sólo mejorar las habilidades lingüísticas, sino también desarrollar una mirada más crítica y reflexiva ante la información que gestionamos a diario.
Lectura facilitada
Que é a sintaxe semántica?
A sintaxe semántica estuda como a orde das palabras nas oracións cambia o seu significado. Ás veces, unha frase pode ter dúas interpretacións diferentes porque a súa estrutura non é clara.
Por exemplo, pensa na frase: “O profesor mirou o estudante coa lupa”. Aquí hai dúas posibles interpretacións:
- O profesor usou unha lupa para mirar ao estudante.
- O estudante tiña unha lupa.
Para evitar confusións, usamos palabras ou cambios na orde das frases que axuden a dar máis claridade.
Como organizamos a información nunha frase?
Cando falamos ou escribimos, sempre organizamos as ideas. Distinguimos entre dúas partes:
- O tema, que é a parte da frase que xa coñecemos.
- O rema, que é a información nova que se nos dá.
Por exemplo, na frase:
“As Illas Cíes teñen praias moi bonitas.”
- “As Illas Cíes” é o tema porque xa sabemos que existen.
- “Teñen praias moi bonitas” é o rema porque nos dá unha nova información sobre elas.
Se organizamos ben o tema e o rema, os textos serán máis claros e fáciles de entender.
Como funcionan os verbos nas oracións?
Os verbos necesitan palabras ao seu redor para que as oracións teñan sentido. Algúns verbos precisan máis palabras ca outros.
Exemplos:
- “Nevar” non precisa ningunha palabra máis. (“Onte nevou”).
- “Ler” precisa polo menos un obxecto (“María leu un libro”).
- “Dar” precisa dúas cousas: o que se dá e a quen (“O avó deulle un agasallo ao neto”).
As palabras que acompañan os verbos chámanse argumentos. Outras palabras que dan máis detalles pero non son obrigatorias chámanse adxuntos.
Exemplo:
“Marcos levou o can ao parque pola tarde.”
- “Marcos” e “o can” son argumentos.
- “Ao parque” e “pola tarde” son adxuntos, porque podemos quitalos e a oración segue tendo sentido.
Que funcións teñen as palabras nunha oración?
Cada palabra nunha oración pode ter un papel distinto. Aquí tes algúns exemplos de funcións que teñen as palabras:
- Axente: fai a acción. (“Uxía abriu a porta.”)
- Paciente: recibe a acción. (“A porta foi aberta por Uxía.”)
- Instrumento: é usado para a acción. (“Uxía abriu a porta coa chave.”)
- Destino: indica cara a onde vai algo. (“Uxía levou os libros á biblioteca.”)
Se non entendemos ben estes roles, podemos interpretar mal unha frase. Por exemplo:
“O barco afundiu a illa.”
Parece que a illa se afundiu, pero esta frase non ten sentido. O correcto sería:
“O barco afundiu preto da illa.”
A orde das palabras cambia o significado?
Si! Se cambiamos a orde das palabras, podemos cambiar o significado dunha frase.
Exemplo en galego:
- “María só veu a Xoán.” → María viu só a Xoán, pero quizais había máis persoas.
- “Só María veu a Xoán.” → Ningunha outra persoa veu, só María.
Pequenos cambios na orde poden modificar moito o significado da frase!
Que ten que ver a intelixencia artificial con isto?
As máquinas, como os tradutores automáticos ou os asistentes virtuais, tamén intentan comprender a sintaxe semántica para responder ben ás nosas preguntas.
Exemplo:
Se lle preguntas a un asistente virtual “Que tempo fai en Santiago?”, debería saber que queres unha predición meteorolóxica e non información sobre a historia da cidade.
Para iso, os programas usan redes semánticas. Estas redes axudan as máquinas a entender que algunhas palabras están relacionadas.
Exemplo:
Se un tradutor automático atopa a palabra “estrela”, debe decidir se significa unha estrela do ceo ou unha persoa famosa.
Sen estas ferramentas, as máquinas poderían xerar textos sen sentido ou mal traducidos.
Por que é importante aprender isto?
Se comprendemos como funciona a sintaxe semántica, podemos:
- Explicarnos mellor ao escribir e falar.
- Ler textos con máis claridade e identificar o seu significado.
- Evitar malentendidos ao comunicar ideas.
- Ser máis críticos coas respostas das intelixencias artificiais.
Dominar estes conceptos axudarache a mellorar a túa comprensión da lingua e a tomar decisións máis acertadas cando empregues textos ou ferramentas dixitais!