Situación en la que tenemos que resolver algo (pregunta...) y desconocemos cómo hacerlo.

Contar la arena de una playa, los peces de un lago, las estrellas, son problemas.

Averiguar cuántas personas caben en una plaza o en una playa, también es un problema.

Estos ejemplos son situaciones a priori sencillas, ya que sólo tenemos que contar elementos.

Su complejidad viene de que se trata de cantidades muy grandes y por eso difíciles de contar.

Además los elementos no son todos iguales.

Los granos de arena varían de tamaño y las personas también.

1. Busca información sobre esta situación.

• ¿Hay otra persona que ya intentó resolverlo?
• ¿Qué conocimientos tengo sobre este tema?

2. Divídelo en partes más sencillas.

• ¿Puedo resolver una parte?
• ¿Puedo resolverlo cambiando los datos por otros más sencillos?

3. Acota la solución.

• ¿Puedo dar una solución aproximada, una estimación?
• ¿Puedo indicar dos valores entre los que está la solución?

4. Experimenta con posibles respuestas.

• ¿Puedo suponer un resultado y probar si encaja con el enunciado?
• ¿Puedo resolverlo para un caso particular?

Si no sabes por dónde empezar comienza por leer bien el enunciado/pregunta.

1. Intenta explicarlo con tus palabras.

• ¿Cuál es el contexto/situación?
• ¿Puedes hacer un dibujo/gráfico/esquema?

2. Escribe las dificultades.

• ¿Por qué no eres capaz de resolverlo?

En lugar de intentar resolver el problema, intenta abordar antes las dificultades.