De locus amoenus a locus horribilis
En la literatura, la representación de espacios ha sido una forma poderosa de evocar emociones y crear atmósferas que resuenen en el lector. Un claro ejemplo de esto es el ya mencionado locus amoenus, un espacio idealizado de paz y armonía, que se contrapone al locus horribilis, un lugar de desesperanza y desasosiego.
A la hora de crear una historia, buscar el contraste entre espacios puede funcionar muy bien. Por ejemplo, una historia puede empezar en un locus amoenus y, de repente, por algún motivo, convertirse en un locus horribilis. En otras palabras: convertir un paraíso en un infierno. Para conseguir transmitirlo de una manera que interese al lector, podemos diseñar este cambio mediante una intrusión disruptiva o un cambio de perspectiva. Esta alteración de tono puede ser causada por elementos externos o reflexiones internas, generando así una rica reflexión sobre nuestras percepciones y experiencias de un lugar.
Fíjate en los siguientes ejemplos: uno de la película Barbie y el otro de la serie Bojack Horseman.
Ejemplo 1: Barbie
En la película de Barbie, todo el hilo argumental se desarrolla a partir de la ruptura de un locus amoenus. Esto sucede abruptamente cuando a Barbie se le da por "pensar en la muerte".
|
- ¡Es una super fiesta, Barbie! Gracias. - La noche está siendo perfecta - Perfectamente perfecta. - Y estás guapísima, Barbie. - ¡¡Es el mejor día de mi vida!! - ¡Sí! ¡¡Es el mejor día de mi vida!! Y también lo fue ayer, y lo será mañana, y pasado mañana, y hasta los miércoles y todos los días para siempre. - ¡¡¡SÍIII!!! (siguen bailando) - ¿Alguna vez habéis pensado en la muerte? (se acaba la fiesta y todas se quedan quietas) - No sé por qué he dicho eso… |
Ejemplo 2: Bojack Horseman
En este capítulo de la serie de animación Bojack Horseman, una pareja hace una visita a la "Península del Labrador": un lugar habitado por perros labradores en donde se nos dice literalmente que "nada malo sucede nunca". Hasta que un personaje se pone reflexivo sobre la vida y la muerte tras serle diagnosticado cáncer.
Narrativamente, esto provoca un efecto de contraste muy conseguido: ¿cómo es posible que en un lugar tan fantástico pase algo tan horrible?
|
RADIO: Buenos días! Otro día soleado y agradable en la Península del Labrador! (…) Es verdad eso que dicen que.,.. LOS DOS: ... ¡Nunca pasa nada malo en la Península del Labrador! PERRO 1: ¡Ooooh…! ¡El paraíso! (Llegan a casa) PERRO 1: ¡Oooh! ¿Quién ha dejado libres a estos dos pequeños monstruos? PERROS-NIÑOS: ¡Somos tus sobrinos! PERRO 1: ¿Qué? No recuerdo que mis dos sobrinos fuesen tan… dulceeeeeeeees. Guau guauuuu. Jajaja PERRO: Mira esos niños… Pequeños milagros de la naturaleza, ¿no crees? (se quedan solos DIANE y PERRO 2) DIANE: Son adorables… (NERVIOSA) O sea, no quiero decir que los valore únicamente por su aspecto físico, porque los niños hoy en día en la sociedad son solo tenidos en cuenta por ello… (MÁS NERVIOSA AÚN) Ehh.. ¡Tengo muchísimas ganas de conocer a tus niños como personas, para poder decir lo interesante que son individualmente teniendo en cuenta su carácter…! PERRO: Bueno… un día se van a morir… Como todos nosotros… ¿Tú crees en el alma?... La vida es lo más valioso que tenemos… Recuérdalo, Diane. DIANE: Ok… |
