Como hemos visto en el discurso de Thunberg, para crear un discurso persuasivo podemos desplegar distintas estrategias: desde aportar pruebas sólidas (datos, estudios, estadísticas) hasta apelar a la emoción de la audiencia (recuerda el tono de voz desgarrado de la activista o cómo se le llenan los ojos de lágrimas), pasando por llamadas de atención (con lenguaje llamativo o con preguntas, por ejemplo).
Antes de comenzar, para convencer a alguien de algo, primero debemos tener clara la idea que defenderemos. Esta es nuestra tesis.
Tesis
¿Qué es?
La tesis es la idea central que defiende un autor o una autora en un texto argumentativo. En otras palabras, es la solución que propone a un tema o la conclusión a la que que se pretende llegar.
¡Cuidado! ¡La tesis no es un tema!
El tema es el asunto del que se habla, por ejemplo, "el cambio climático" o "las consecuencias del cambio climático". La tesis es la postura que se defiende acerca de ese tema. Como se trata de una visión personal, encontraremos marcas subjetivas, como léxico valorativo, verbos de percepción ("pienso", "creo", "opino"...) o pronombres en primera persona. Para un tema podemos encontrar distintas tesis. Por ejemplo, alrededor del tema del cambio climático, alguien podría escribir un texto defendiendo la tesis de que "la educación y la concienciación son clave para combatir el cambio climático", mientras que otra persona podría aducir que "la transición hacia la sostenibilidad es una oportunidad para el crecimiento económico". Como ves, se trata de dos tesis muy distintas, pero el tema o asunto del cambio climático se mantiene.
¿Dónde se encuentra?
La tesis se puede situar en distintos puntos del texto. Veamos cuatro estructuras habituales para organizar el texto argumentativo:
- Estructura inductiva: la tesis se sitúa al final.
- Estructura deductiva: la tesis se plantea al principio.
- Estructura encuadrada: la tesis se presenta al principio y se repite al final.
- Estructura paralela: la tesis se va repitiendo en distintos puntos del texto.
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Trucos para identificar una tesis
1. Lee el primer y el último párrafo: a menudo la tesis se presenta en la introducción y se repite en la conclusión.
2. Analiza los enunciados de opinión: a veces, algunos textos incluyen expresiones como "en mi opinión", "creo que", "es evidente que"...
3. Busca repeticiones: en ocasiones se enfatiza la tesis repitiéndola de maneras diferentes a lo largo del texto.
4. Evalúa el tono del texto: si el autor se muestra apasionado en la defensa de un punto de vista, es probable que esa sea la tesis.
Ya tenemos nuestra tesis. Ahora, ¿cómo podemos convencer?
Para defender una tesis necesitamos ofrecer una serie de argumentos. Los argumentos son las razones o justificaciones que se presentan para respaldar y persuadir a la audiencia de la tesis. Los argumentos deben ser de distinto tipo para construir una argumentación sólida y efectiva. Los principales tipos de argumentos son los siguientes:
Argumentos lógicos
Se basan en el razonamiento lógico y siguen una secuencia coherente de ideas.
Ejemplo:
Cada año se establecen nuevos récords de calor y las estaciones cambian de manera inusual. Esta tendencia a largo plazo es una evidencia clara del cambio climático en curso.
Argumentos de autoridad
Se cita a expertos o figuras confiables en un campo específico, para fortalecer un argumento.
Ejemplo:
Según el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), un organismo compuesto por miles de científicos, el cambio climático es innegable, y la actividad humana es la principal causa de este fenómeno.
Argumentos de evidencia empírica
Estos se construyen a partir de datos, estadísticas y pruebas sólidas.
Ejemplo:
En 2020, las emisiones de dióxido de carbono (CO2) alcanzaron un récord histórico, con un aumento del 2,6% a nivel mundial, según el Informe Anual de Emisiones de Carbono. Estos datos son evidencia del crecimiento continuo de las emisiones y su impacto en el clima.
Argumentos de analogía
Se establece una relación de semejanza entre dos situaciones o contextos diferentes. Si se escoge una realidad familiar para los receptores, la analogía será más efectiva. Así, las analogías facilitan la comunicación de conceptos complejos, ya que los acerca a contextos más accesibles.
Ejemplo:
La gestión del cambio climático es similar a administrar nuestras finanzas personales. Cuando gastamos más de lo que ganamos, acumulamos deudas. De manera similar, cuando emitimos más carbono del que el planeta puede absorber, acumulamos una deuda climática que debemos saldar.
Argumentos de ejemplificación
Se aportan ejemplos específicos para ilustrar una afirmación. Se deben escoger ejemplos concretos y visuales que hagan que la argumentación sea más persuasiva y comprensible para la audiencia.
Ejemplo:
Los incendios forestales extremos, como los que asolaron Australia en 2019-2020, se han vuelto más frecuentes y devastadores. Estos eventos extremos son ejemplos concretos de cómo el cambio climático está afectando al planeta.
El retroceso de los glaciares en regiones como los Alpes y los Andes es una ilustración clara de los efectos del cambio climático.
Argumentos emotivos
Apelan a las emociones de la audiencia para ganar su simpatía o empatía. Pueden apelar a emociones positivas, como la nostalgia o alegría, o negativas, como la indignación. La conexión emocional puede ser, incluso, más poderosa para persuadir que los argumentos basados en los datos.
Ejemplo:
Emoción negativa (miedo): Imagina un futuro en el que nuestras ciudades costeras estén sumergidas bajo el agua, donde sequías extremas y escasez de alimentos sean la norma, y donde fenómenos climáticos violentos se vuelvan más frecuentes. Este es el sombrío panorama que enfrentamos si no actuamos para combatir el cambio climático.
Emoción positiva (satisfacción personal y colectiva): Imagina la satisfacción de mirar a tu alrededor y ver un vecindario lleno de árboles verdes, aire limpio y comunidades saludables. La sensación de saber que estás haciendo algo significativo por las generaciones futuras y por tu propia comunidad es incomparable. El cambio climático es un desafío, pero también es una oportunidad para un mundo mejor y más sostenible.
Argumentos morales
Apelan a valores compartidos o a la idea de lo que es "correcto" o "justo".
Ejemplo:
La carga del cambio climático no se distribuye de manera justa. Las naciones más vulnerables y los grupos más marginados son los que sufren las peores consecuencias, a pesar de que a menudo son los que menos han contribuido al problema. Es nuestra responsabilidad tomar medidas para corregir esta injusticia y trabajar hacia un mundo más equitativo y sostenible.