Novela histórica

Este subgénero surge en el Romanticismo y se basa en la recreación de un pasado real para ambientar la trama. La trama puede tratar de reconstruir hechos que pasaron de verdad, con mucho detalle y rigor, pero también inventa personajes y diálogos, siempre respetando las características de la época representada. En estas novelas, podríamos decir que los personajes son testigos de la Historia y los lectores conocemos la Historia a través de sus ojos. 

Es un género muy popular y encontramos obras canónicas como El nombre de la rosa (1980), de Umberto Eco, que recrea el ambiente de un monasterio italiano del siglo XIV en el que se suceden una serie de crímenes, o grandes superventas como Los pilares de la Tierra (1989), de Ken Follet, ambientada en el siglo XII. Entre los éxitos de España, destacan autores como Arturo Pérez-Reverte, con libros como Sidi (2019), sobre el Cid, o María Dueñas, con El tiempo entre costuras (2009), ambientada en tiempos de la guerra civil.

Ucronía

Una ucronía es una narración que explora eventos históricos hipotéticos o alternativos. En otras palabras, es una historia que imagina qué habría sucedido si ciertos eventos del pasado hubieran tomado un rumbo diferente.

Un ejemplo es la película Malditos bastardos (2009), de Quentin Tarantino. Observa el tráiler:

• ¿En qué época está ambientado?
• ¿Por qué crees que puede ser una ucronía?

Utopía

Las utopías son textos narrativos que imaginan una sociedad mejor. Parten de una preocupación filosófica, moral y política, que llevan a explorar qué pasaría si cierta iniciativa política prosperase. El nombre se toma de Utopía, de Tomás Moro, publicada en 1516: en este libro, tras una serie de reflexiones filosóficas, económicas y políticas, se incluye la invención de la isla Utopía, donde se ubican ciudades-estado con casitas iguales, una organización política estable y participativa y con libertad religiosa. 

En la actualidad, las utopías suelen pertenecer al género de la ciencia ficción. La ciencia ficción explora futuros posibles facilitados por la ciencia y el que se crea en una utopía es un mundo ideal y perfecto, donde todo funciona de manera ideal y armoniosa. Las utopías literarias fueron muy habituales en el siglo XIX, en tiempos de la Revolución Industrial. Los avances tecnológicos se veían como la posibilidad de crear un mundo mejor.

Un ejemplo es Nueva Amazonia (1889), de Elizabeth Burgonye Corbett. Esta novela se sitúa en el siglo XXV, en un país gobernado por mujeres. Es una respuesta a los debates que tenían lugar a finales del siglo XIX sobre el sufragio femenino. Como curiosidad, las habitantes de este país inventado eran vegetarianas y muy longevas; además, en el libro se imaginan avances tecnológicos increíbles en la época, como un tubo que funcionaba como tobogán de agua para trasladar a la gente de un punto a otro de la ciudad. ¿Te suena?

Distopía

Una distopía es lo opuesto a una utopía. Se trata de una sociedad o mundo imaginario indeseable. Las distopías suelen mostrar un futuro sombrío y a menudo se utilizan para criticar aspectos negativos de la sociedad actual. Es habitual que los mundos distópicos sean opresivos y violentos. Los gobiernos suelen ser totalitarios y someten la educación, acceso a la información y las costumbres de la gente a un control férreo. Además, se suelen destacar las desigualdades entre la clase privilegiada y la mayoría, que sufre y vive en la escasez. En muchas historias de distopías, los personajes principales suelen ser individuos o grupos que se resisten al sistema opresivo, tratando de desafiarlo o cambiarlo.

Algunas de las distopías clásicas son Un mundo feliz (1932), de Aldous Huxley o 1984 (1949), de George Orwell. Más reciente es la saga de Los juegos del hambre (2008), de Suzanne Collins, que fue un éxito en ventas y se adaptó al cine. En la literatura española, algunos autores muy relevantes de la primera mitad del siglo XX escribieron interesantes distopías. Algunos ejemplos son Sentimental Club (1909), de Ramón Pérez de Ayala o La bomba increíble (1950), de Pedro Salinas.

Estas distopías se ambientan en futuros lejanos. Otra tendencia cada vez más popular ambienta las historias en un futuro muy próximo en el que alguna de nuestras tecnologías ha ido un pasito más allá. Parece, casi, un presente alternativo, en el que la tecnología y su regulación ha avanzado un poco más. Un claro ejemplo de esto es la serie Black Mirror (2011), de Charlie Brooker, o la novela Kentukis (2018), de Samantha Schweblin. Busca los argumentos de estas obras. ¿Crees que pueden ocurrir en un futuro cercano? ¿Por qué?

Hoy en día se crean más distopías que utopías, pues como sociedad nos imaginamos siempre el futuro como algo negativo. Curioso, ¿no? Si todo lo que nos espera es malo, ¿por qué esforzarnos por crear un mundo mejor?