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Al mismo tiempo: el multiverso

¿Qué es el multiverso?

Multiversos

Acabamos de ver que la literatura de ciencia ficción parte de avances científicos y tecnológicos para imaginar mundos. Seguro que, en este sentido, reconoces uno de los grandes temas de la ciencia ficción actual: el multiverso.

El multiverso es una teoría física y cosmológica que sugiere la existencia de múltiples universos, no solo el nuestro. Estos universos coexisten, pero nunca interaccionan entre sí. Ahora bien, esto ocurre en las teorías físicas. En la literatura, la imaginación nos lleva a crear, muchas veces, encuentros entre estos mundos, cruces que se dan por accidente o gracias a algún elemento mágico, como una puerta que nos lleva a un mundo secreto o un objeto mágico que nos permite controlar el espacio-tiempo.

Los multiversos en la literatura

Desde principios del siglo XX aparecen muchas historias en las que distintos universos o dimensiones conviven la misma obra y los personajes deben interactuar con estos mundos. Normalmente, este tipo de historias pertenecen a los géneros de terror, ciencia ficción o fantasía. 

Los mundos o dimensiones alternativas pueden presentarse de dos maneras principales:

Universos paralelos

Son mundos distintos que suceden al mismo tiempo de forma independiente y que en algún momento se cruzan. Este encuentro normalmente lo facilita un aparato tecnológico futurista o un objeto mágico. 

Los universos paralelos se exploran, en general, en los géneros de terror, fantasía o ciencia ficción. Por ejemplo, en historias de terror es habitual que existe un mundo alternativo de criaturas extrañas o fantasmas, como ocurre en la serie Stranger things (2016) o en los Mitos de Cthulhu (1917-1935), de H. P. Lovecraft. En la literatura de fantasía, algunos objetos mágicos permiten los intercambios entre el mundo real y el mundo imaginario, como en Las Crónicas de Narnia (1952), de C. S. Lewis, donde la puerta del armario de los protagonistas los conduce a ese universo paralelo. En el terreno de la ciencia ficción podemos mencionar la última película (basada en cómics) del superhéroe Spider-Man, Spider-Man: Across the Spider-Verse (2023), en la que los personajes saltan de dimensión en dimensión gracias a una máquina. 

¿Conoces más ejemplos?

Senderos bifurcados

Tomamos este término de un relato de Jorge Luis Borges, "El jardín de los senderos que se bifurcan", que puedes leer completo aquí

En este tipo de mundos diversos, los universos paralelos se van creando en distintos puntos de la historia, que sirven como nodos desde los que surgen al menos dos opciones. Este hecho se puede repetir varias veces, por lo que los universos acaban multiplicándose.

Esta modalidad tiene puntos en común con las ucronías. En ambas podríamos preguntarnos ¿y si...?

Multiversos y cómic

En las últimas décadas, los cómics de DC y Marvel han utilizado una amplia gama de historias y personajes, pertenecientes a diferentes universos. Este recurso les permite crear nuevas tramas o ahondar en sus personajes clásicos, presentando opciones que no serían posibles en la línea temporal o universo habitual. 

Los universos de DC

El multiverso en DC Comics se ha explorado de manera extensa y es uno de los conceptos más icónicos de la editorial. Tanto es así que la editorial lo exploró ya en la década de 1960 en sus cómics de Flash. Cada uno de los universos alternativos se identifica con un número. Por ejemplo, la Tierra-1 es al Tierra principal, hogar de los personajes de DC, como Superman o Batman. En la Tierra-3, las cosas cambian y los villanos son otra versión de la Liga de la Justicia, héroes en la Tierra-1.

El caso de Spiderman

Recientemente, el caso más llamativo de la editorial Marvel en este campo son los cómics alrededor de la figura de Spiderman. Tanto es así que existe el Spider-Verse, una colección de cómics que se centra en la idea de que existen múltiples versiones de Spider-Man en diferentes dimensiones. En la trama habitual, Peter Parker es el único Spider-Man, pero en los distintos universos Peter Parker se une a otros Spider-Man para luchar contra sus enemigos. Esta trama introduce a personajes como Spider-Gwen, Spider-Man Noir, Spider-Woman, Spider-Punk...

En ambos casos, los multiversos se narran en distintos cómics. La colección de cómics conforma el universo y cuando en uno de los volúmenes (o en alguna de las películas que forman parte de dicho universo) se muestran personajes o eventos de otra dimensión, se hace suponiendo que los lectores o espectadores la conocen previamente. 

¿Un libro infinito?

En 1941 Jorge Luis Borges publica "El jardín de los senderos que se bifurcan", un relato en el que se aborda la infinitud del tiempo. 

¿Cómo una novela puede ser infinita, como el tiempo? Lee:

(...) yo me había preguntado de qué manera un libro puede ser infinito. No conjeturé otro procedimiento que el de un volumen cíclico, circular. Un volumen cuya última página fuera idéntica a la primera, con posibilidad de continuar indefinidamente. (...) Imaginé también una obra platónica, hereditaria, trasmitida de padre a hijo, en la que cada nuevo individuo agregara un capítulo o corrigiera con piadoso cuidado la página de los mayores. Esas conjeturas me distrajeron; pero ninguna parecía corresponder, siquiera de un modo remoto, a los contradictorios capítulos de Ts’ui Pên.

Yu Tsun, el protagonista de este relato, un espía chino, es el bisnieto de Ts'ui Pên, un astrólogo que escribió una novela infinita, un laberinto interminable, llamado El jardín de los senderos que se bifurcan. Yu Tsun se encuentra con un sabio, el doctor Albert, que estaba fascinado por la obra de su bisabuelo y que descubre el sentido de ese laberinto:

Me detuve, como es natural, en la frase: Dejo a los varios porvenires (no a todos) mi jardín de senderos que se bifurcan. Casi en el acto comprendí; el jardín de senderos que se bifurcan era la novela caótica; la frase varios porvenires (no a todos) me sugirió la imagen de la bifurcación en el tiempo, no en el espacio. La relectura general de la obra confirmó esa teoría. En todas las ficciones, cada vez que un hombre se enfrenta con diversas alternativas opta por una y elimina las otras; en la del casi inextricable Ts’ui Pên, opta -simultáneamente- por todas. Crea, así, diversos porvenires, diversos tiempos, que también proliferan y se bifurcan. 

El doctor Albert pone un ejemplo de la propia novela, con el que lo podemos entender mejor:

Fang, digamos, tiene un secreto; un desconocido llama a su puerta; Fang resuelve matarlo. Naturalmente, hay varios desenlaces posibles: Fang puede matar al intruso, el intruso puede matar a Fang, ambos pueden salvarse, ambos pueden morir, etcétera. En la obra de Ts’ui Pên, todos los desenlaces ocurren; cada uno es el punto de partida de otras bifurcaciones. Alguna vez, los senderos de ese laberinto convergen: por ejemplo, usted llega a esta casa, pero en uno de los pasados posibles usted es mi enemigo, en otro mi amigo.

Borges en este relato muestra su interés por las teorías científicas y filosóficas acerca del tiempo. La ciencia y la filosofía, para él, se convierten en materia para la narración y lo verbaliza claramente:

A diferencia de Newton y de Schopenhauer, su antepasado no creía en un tiempo uniforme, absoluto. Creía en infinitas series de tiempos, en una red creciente y vertiginosa de tiempos divergentes, convergentes y paralelos. Esa trama de tiempos que se aproximan, se bifurcan, se cortan o que secularmente se ignoran, abarca todas las posibilidades. No existimos en la mayoría de esos tiempos; en algunos existe usted y no yo; en otros, yo, no usted; en otros, los dos. En este, que un favorable azar me depara, usted ha llegado a mi casa; en otro, usted, al atravesar el jardín, me ha encontrado muerto; en otro, yo digo estas mismas palabras, pero soy un error, un fantasma.

No parece raro que Borges y otros escritores se hayan sentido atraídos por la posibilidad de recrear infinitas tramas en una novela. ¡Cuántas posibilidades para la imaginación! Con todo, piensa: ¿cómo podríamos reflejar esa infinitud en un libro? Los libros se leen desde el principio hasta el final, de forma lineal, no podemos leer varios senderos al mismo tiempo.

Cómo seguir distintos senderos

Los libros impresos invitan a una lectura lineal, es decir, que comienza en la primera página y termina en la última. De este modo es difícil representar distintos tiempos que conviven, pues los juegos temporales en la lectura son limitados. Claro que un escritor podría decir "al mismo tiempo sucedía esto otro...", pero esta opción podría usarla en contadas ocasiones antes de perder a sus lectores. 

Una vía que exploraron algunos autores es la de hacer partícipe al lector del destino de la obra, es decir, crean novelas interactivas. En ellos, los lectores a medida que leen deben escoger el sendero que se va a seguir, cambiando así la historia. Si vuelven a leer el libro, pueden tomar decisiones distintas para crear historias diferentes. Sin embargo, la lectura siempre será limitada: aunque las opciones sean numerosas, nunca serán infinitas. 

Los primeros libros interactivos: Rayuela, de Julio Cortázar

La novela de Rayuela ofrece dos lecturas posibles: se puede leer el libro de principio a fin, como una novela normal, o se puede seguir un orden de capítulos marcados por el autor. Por supuesto, siempre puedes leerlo como quieras, empezando por un capítulo cualquiera. En esta novela no se presentan mundos paralelos, simplemente distintas maneras de acceder a una misma historia. Es un interesante ejemplo de cómo involucran a quien lee en el avance de la historia. 

Elige tu propia aventura: el hipertexto

Otro caso distinto son los libros interactivos que te permiten tomar decisiones en diferentes puntos de la trama y así hacer que la historia cambie. Estos libros pueden presentarse en formato físico o digital. La narrativa en formato digital o ciberliteratura abre un mundo nuevo de posibilidades, pues permite introducir hipervínculos o enlaces que conducen rápidamente a otra página. Los libros que se crean de este modo se denominan hipertexto y fueron muy populares a comienzo de este siglo. 

Algunos ejemplos son los hiperrelatos "Como el cielo los ojos" (2001), de Edith Checa, creado a partir de diferentes fragmentos. La historia solo avanza cuando escoges en una cuadrícula cuál va a ser el siguiente personaje que quieres leer; o el "Sinferidad" (2009), de Benjamín Escalonilla Godayol, que ofrece distintos enlaces en los que puedes clicar para seguir leyendo. Las historias, en estos casos, no solo avanzan por donde tú escoges, sino que también terminan cuando tú lo decides. 

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