La literatura es un espacio idóneo para reflexionar acerca de los temas que preocupan a la humanidad. En sus páginas, podemos dar rienda suelta a nuestra imaginación —ya escribamos, ya leamos— y trasladarnos a mundos posibles e imposibles. Podemos plantear las hipótesis más extrañas y viajar con ellas para comprobar a dónde nos llevan. Podemos vaciar nuestras preocupaciones, para las que, muchas veces, necesitamos un ojo lleno de emoción, más que de razón.
La vida ocurre en el tiempo y el tiempo avanza impasible, por lo que no es de extrañar el interés que, como personas y sociedad, tenemos en el tiempo. Intentamos controlar su avance y, así, se crearon unas medidas para, al menos, calcularlo: los segundos, los minutos, las horas... Pero también las estaciones y los años, que empiezan aquí y allá, de una manera más o menos arbitraria. Así, todo el mundo mide el tiempo y se sitúa en él. Otras personas van más allá y lo estudian desde la ciencia: ¿qué es el tiempo? ¿Se puede separar del espacio? ¿Podemos viajar por él? Todas estas preguntas alguien las imagina primero y, luego, las explora. La importancia de la imaginación es imprescindible, también, para el avance de la ciencia.
En las siguientes páginas vamos a analizar distintas perspectivas literarias sobre el tiempo:
- El paso del tiempo como tema y tópico literario desde la Antigüedad hasta hoy en día.
- La creación de otros mundos basados en el pasado y en el futuro.
- La relación entre los multiversos y la ficción.