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Creatividad: bestiario de clase

Concluiremos esta sesión con una actividad enfocada hacia la creación literaria.

Bestiario de criaturas imaginadas

Unicornio en el bestiario de Aberdeen (s. XII)

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Nuestra actividad con el texto descriptivo consistirá en la creación de un bestiario de clase. Por si no lo sabes, los bestiarios son libros que contienen una recopilación de seres vivos, generalmente fantásticos y fabulosos, inventados por la imaginación del ser humano.

Su historia se remonta a la Grecia y Roma, pero fue en la Edad Media cuando se pusieron muy de moda. Y por ejemplo, de uno de los bestiarios más famosos - el bestiario de Aberdeen, del siglo XII - aparecen por primera vez registrados los unicornios. Y en otros aparecen seres como la mantícora (con la cara y la barba de un hombre, un cuerpo rojo y del tamaño de un león, ojos azules y tres hileras de dientes) o las anfisbenas (serpientes de dos cabezas). En fin, que la imaginación no tenía límites.

Si te paras a pensar, todo esto no es muy distinto hoy. Piensa en Pokémon o Digimon, sagas en donde el jugador tiene que hacerse con una colección de criaturas completamente imaginadas. Es parecido, ¿no crees?

Aquí tienes un vídeo para saber más sobre los bestiarios medievales:

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Lee e inspírate.

Tomando esta imaginario como referencia, lee ahora los siguientes textos breves para inspirarte.

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Ciervo celestial

Texto 1: El ciervo celestial

Nada sabemos de la estructura del Ciervo Celestial (acaso porque nadie lo ha podido ver claramente), pero sí que estos trágicos animales andan bajo tierra y no tienen otra ansia que salir a la luz del día. Saben hablar y ruegan a los mineros que los ayuden a salir. Al principio, quieren sobornarlos con la promesa de metales preciosos; cuando falla este ardid, los Ciervos hostigan a los hombres, y éstos los emparedan firmemente en las galerías de la mina. Se habla asimismo de hombres a quienes han torturado los Ciervos.

La tradición añade que si los Ciervos emergen a la luz, se convierten en un líquido pestilente que puede asolar al país.

Jorge Luis Borges, Manual de zoología fantástica

Gato-Corderon

Texto 2: El híbrido

Tengo un animal curioso mitad gatito, mitad cordero. Es una herencia de mi padre. En mi poder se ha desarrollado del todo; antes era más cordero que gato. Ahora es mitad y mitad. Del gato tiene la cabeza y las uñas, del cordero el tamaño y la forma; de ambos los ojos, que son huraños y chispeantes, la piel suave y ajustada al cuerpo, los movimientos a la par saltarines y furtivos. Echado al sol, en el hueco de la ventana se hace un ovillo y ronronea; en el campo corre como loco y nadie lo alcanza. Dispara de los gatos y quiere atacar a los corderos. En las noches de luna su paseo favorito es la canaleta del tejado. No sabe maullar y abomina a los ratones. Horas y horas pasa al acecho ante el gallinero, pero jamás ha cometido un asesinato.

Lo alimento a leche; es lo que le sienta mejor. A grandes tragos sorbe la leche entre sus dientes de animal de presa. Naturalmente, es un gran espectáculo para los niños. La hora de visita es los domingos por la mañana. Me siento con el animal en las rodillas y me rodean todos los niños de la vecindad.

Se plantean entonces las más extraordinarias preguntas, que no puede contestar ningún ser humano. Por qué hay un solo animal así, por qué soy yo el poseedor y no otro, si antes ha habido un animal semejante y qué sucederá después de su muerte, si no se siente solo, por qué no tiene hijos, como se llama, etcétera.

No me tomo el trabajo de contestar: me limito a exhibir mi propiedad, sin mayores explicaciones. A veces las criaturas traen gatos; una vez llegaron a traer dos corderos. Contra sus esperanzas, no se produjeron escenas de reconocimiento. Los animales se miraron con mansedumbre desde sus ojos animales, y se aceptaron mutuamente como un hecho divino.
 
El hombre, que se ha provisto de muchas cosas para el viaje, sacrifica todo, por valioso que sea, para sobornar al guardián. Este acepta todo, en efecto, pero le dice:

En mis rodillas el animal ignora el temor y el impulso de perseguir. Acurrucado contra mí es como se siente mejor. Se apega a la familia que lo ha criado. Esa fidelidad no es extraordinaria: es el recto instinto de un animal, que aunque tiene en la tierra innumerables lazos políticos, no tiene un solo consanguíneo, y para quien es sagrado el apoyo que ha encontrado en nosotros.

A veces tengo que reírme cuando resuella a mi alrededor, se me enreda entre las piernas y no quiere apartarse de mí. Como si no le bastara ser gato y cordero quiere también ser perro. Una vez -eso le acontece a cualquiera- yo no veía modo de salir de dificultades económicas, ya estaba por acabar con todo. Con esa idea me hamacaba en el sillón de mi cuarto, con el animal en las rodillas; se me ocurrió bajar los ojos y vi lágrimas que goteaban en sus grandes bigotes. ¿Eran suyas o mías? ¿Tiene este gato de alma de cordero el orgullo de un hombre? No he heredado mucho de mi padre, pero vale la pena cuidar este legado.

Tiene la inquietud de los dos, la del gato y la del cordero, aunque son muy distintas. Por eso le queda chico el pellejo. A veces salta al sillón, apoya las patas delanteras contra mi hombro y me acerca el hocico al oído. Es como si me hablara, y de hecho vuelve la cabeza y me mira deferente para observar el efecto de su comunicación. Para complacerlo hago como si lo hubiera entendido y muevo la cabeza. Salta entonces al suelo y brinca alrededor.

Tal vez la cuchilla del carnicero fuera la redención para este animal, pero él es una herencia y debo negársela. Por eso deberá esperar hasta que se le acabe el aliento, aunque a veces me mira con razonables ojos humanos, que me instigan al acto razonable.

Franz Kafka, El híbrido (adaptado)

Ahora tú: crea tu propia criatura

Para el desarrollo de esta actividad, sigue los siguientes pasos:

PASO 1: Planifica, imagina, escribe.

Tomando como inspiración los dos ejemplos que acabamos de ver, ahora debes crear tu propia criatura: imagínala y escribe una descripción que incluya rasgos físicos y de comportamiento.

Una vez que hayas pasado por todo ese proceso de reflexión, comienza a escribir tu texto. Deberá:

  1. Ser un texto de carácter literario y, por lo tanto, subjetivo. Puedes imitar el estilo de Borges y ser más puramente descriptivo o incluso inspirarte en el de Kafka, y escribir una pequeña historia tipo cuento.
  2. Deberá tener alrededor de 500 palabras.
  3. Recuerda cuidar la redacción, seguir un orden lógico establecido y repasarlo y corregirlo una vez tengas la primera versión.

Para ayudarte a imaginar tu criatura, puede ayudarte que te plantees preguntas como:

  • ¿Qué características físicas únicas tendrá tu criatura imaginaria? ¿Es grande o pequeña?¿peluda o escamosa? ¿con plumas o con piel?
  • ¿Cómo se moverá tu criatura?
  • ¿Dónde vivirá esta criatura? ¿Habitat terrestre, acuático o incluso espacial?
  • ¿Tendrá habilidades especiales o poderes mágicos? ¿Qué tipo de ventajas o desafíos le brindarán estos poderes?
  •  ¿Cuál será la dieta de tu criatura imaginaria? ¿Será herbívora, carnívora o quizás se alimente de algo completamente inusual?
  •  ¿Cuál será la personalidad o comportamiento típico de tu criatura? ¿Amigable, tímida, feroz, juguetona?
  • ¿Cuál será su historia de fondo? ¿Cómo llegó a existir esta criatura imaginaria?
  • ¿Qué nombre tendrá tu criatura? ¿El nombre reflejará alguna característica importante de la criatura?

PASO 2: Ilustra tu criatura.

Una vez terminado, estaría genial que diseñases tu criatura para el bestiario de clase. Así, podrás acompañarla con una ilustración que facilita imaginarnos cómo era esa criatura. Puedes utilizar la IA (generador de imágenes Bing!, una inteligencia artificial gratuita; las imágenes anteriores fueron creadas con ella), hacerlo a mano, o utilizar cualquier herramienta que se te ocurra. ¡A trabajar!

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