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Experiencias migrantes: ser latinoamericano en España

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Visualiza el siguiente vídeo y reflexiona:

¿A qué prejuicios se enfrentan las personas Latinoamericanas en España?  ¿Cuáles crees que son las causas que influyen en la formación de estos estereotipos?

¿En qué medida crees que los medios de comunicación y la cultura popular contribuyen a difusión de estereotipos sobre los latinoamericanos en España?

¿A qué barreras se tienen que enfrentar estas personas debido a los prejuicios que sufren?

Enumera una serie de 3 medidas con las cuales podemos fomentar la empatía y la comprensión entre las personas de diferentes orígenes culturales:

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Experiencias migrantes en literatura (1/2): lee y responde

Texto 1: Brenda Navarro, Ceniza en la boca

En este texto extraído de la novela Ceniza en la boca, de la mexicana Brenda Navarro, se cuenta la diferencia entre expectativas y realidad cuando se emprende el camino de la emigración:

[Nos sentíamos] sofocados en Madrid, porque mi mamá por años nos dijo que íbamos a llegar al sueño prometido y no pudo sostener esa mentira: ni promesa, ni comodidad, ni nada; si acaso, yo me sentía un poco más pobre que en México; si acaso, más retraída y peor vista. Si en México nos podían decir que éramos pobres, y lo éramos, al menos estábamos acompañados; pero en Madrid nos miraban como pobres y además como apestados. Ajenos a ellos. No son de aquí, son panchitos. ¿De dónde eres, de Bolivia? No, de México. Ah, órale, cuate, órale, güey. ¿De dónde eres, colombiana? No, de México. Ah, el chavo del ocho; ah, sí, los tacos; ah sí, el picante. ¿De dónde eres?, me preguntó una vez la dependienta de la tienda del museo Reina Sofía, cuando por fin le hicimos caso a mi mamá y bajamos al centro: Soy del barrio del Pilar, le contesté. Y se quedó descolocada y me sentí victoriosa. Soy de donde vivo, pensé.

Soy de aquí, vivo aquí. ¿O yo le pregunto a la gente de dónde es?, le conté quejándome a mi mamá. Pero mi mamá no lo entendía: A todo le ponen pero, a todo le ven un no. ¿Qué, te gusta vivir de lo que haces, mamá? ¿Y qué hago, qué tiene de malo? Y no tenía nada de malo, pero a mí no me gustaba que mi mamá, en vez de cuidarnos a nosotros, se la pasara seis días a la semana, casi dieciocho horas diarias, cuidando a una señora que además la veía mal. No me ve mal, tú qué sabes. Te ve como los papás españoles ven a Diego cuando lo invitan a su casa. Como si no les quedara otra que tener que convivir contigo. Y mi mamá me chasqueaba la boca, pero yo sabía que era cierto.

(...)

Tú eres panchita, me dijo una vez un tipo alto y grandote por la calle, y me escupió, y yo me quedé con el coraje, nomás le puse cara y le dije: Chinga tu madre en la cabeza, y seguí caminando con el paso bien firme y, mientras él me seguía burlón, porque los dos íbamos casi al mismo paso y en la misma dirección, yo me hacía la fuerte y lo miraba feo, casi altiva, casi confrontándolo, hasta que se siguió y yo di vuelta para subir a la calle donde vivía. Y seguí muy encabronada diciéndole pendejo, pendejo, pendejo muy quedito, y subí las escaleras y todavía llegué a la cocina y me serví agua y me la tomé con esa actitud a la defensiva que me salía cuando estaba nerviosa, y luego entró Diego y me preguntó que qué, y le alcé los hombros mientras seguía tomando agua y él, que sabía que yo estaba trabada de coraje, volvió a preguntar que qué, y yo manoteé al aire diciendo que nada, pero me insistió que si había pasado algo con el niño que había ido a cuidar o que qué y yo dejé el vaso en el fregadero y lo miré a los ojos todavía sintiendo el ímpetu de mi trabadez y le dije: Un pendejo que en la calle me dijo panchita y escupió al suelo por el que yo pasaba. Luego solté la respiración contenida y me puse a llorar. ¡Pero sí eres panchita!, me dijo Diego mientras me abrazaba, y yo le dije que sí, que sí lo era, y seguí llorando en sus brazos, que ya no eran de niño.

Brenda Navarro, Ceniza en la boca

Actividades:

  • Haz un resumen del texto.
  • Busca en el diccionario los siguientes términos: ajeno, panchito, coraje, altiva.

Explica:

Explica el sentido del siguiente fragmento en el texto: "¿De dónde eres, de Bolivia? No, de México. Ah, órale, cuate, órale, güey. ¿De dónde eres, colombiana? No, de México. Ah, el chavo del ocho; ah, sí, los tacos; ah sí, el picante.".

Explica el sentido del siguiente fragmento en el texto: "¿De dónde eres?, me preguntó una vez la dependienta de la tienda del museo Reina Sofía, cuando por fin le hicimos caso a mi mamá y bajamos al centro: Soy del barrio del Pilar, le contesté. Y se quedó descolocada y me sentí victoriosa. Soy de donde vivo, pensé."

Responde:

  • ¿Cómo son las expectativas iniciales de la narradora y su familia al emigrar a Madrid? ¿Se cumplen esas expectativas? ¿Por qué o por qué no?
  • ¿Cómo son ahora percibidos en Madrid, en su nueva vida?
  • Cuando tiene el incidente y reacciona encarándose con ese "tipo alto y grandote": ¿cómo crees que puede afectar a su experiencia y su estado emocional?
  • Al final del texto, Diego, su hermano, le dice: "¡Pero sí eres panchita!". La narradora le responde "que sí, que sí lo era". ¿Por qué lo que antes la había ofendido ahora la emociona?

 

Experiencias migrantes en literatura (2/2): lee y responde

Texto 2: Poema de Gabriela Wiener, en Huaco retrato

La primera vez que me dijeron
que no estaba escribiendo en español.
Que no hablaba correctamente el español.
Vosotros, no ustedes.
Las correcciones son extirpaciones.
«Echar de menos», no «extrañar».
El ciclón tropical lejos del núcleo cálido.
Una iglesia sobre una huaca.
Los cuatro caballos corriendo en direcciones distintas
para desmembrar el cuerpo.
Para cortar nuestras trenzas.
Migrar no es volver a nacer,
es volver a nombrar lo que ya tenía nombre.

Ese teléfono público, cuando existían,
en el que tardé más de la cuenta
y el hombre que no podía esperar
vio en mí a una criatura bajada de los árboles
que folla con las llamas.
Esa fue la primera vez que me gritaron
que me vaya a mi país,
a mi casa.


En realidad,
volvería a casa pero ya no tengo casa.
Así que hice una en la que extrañar
y no echar de menos,
allí puse un nuevo acento a mis afectos.
No sé de qué podría hablar ahora.
Del nido. De la decisión de las aves.
De las estaciones frías.
De las distancias.
De haber sido,
de seguir siendo,
de llegar sin llegar,
de instalarse a medio camino,
de dar miedo, de no poder,
de no querer,

de que te persigan hasta cuando no haces nada,
de dejar muchas vidas atrás,
de perderlo todo,
de empezar de nuevo,
de cero, de abajo,
de las colas, de la ley,
de mi viejo NIE,
de la oportunidad que me dieron,
de todo lo que les debo,
de la maternidad solitaria,
de mi nueva familia,
de jurar ante el rey.


Vivo en España hace dieciocho años,
pero en realidad
habito Panchilandia,
donde todo el mundo sonríe y nos habla con cariño.
Dicen con cariño panchi, panchita, machupicchu, fiesta
nacional.
El chiste con el que dicen quererme
hace que parezca normal que no me quieran.
En Forocoches somos la fauna cuyo hábitat es un centro
comercial.
Me hablan de la peruanita que le limpia la casa a su amiga
Pepa,

qué buena es, se puede confiar en ella.
Creen que es un tema de conversación
que pueden tener conmigo
porque yo también soy una peruanita confiable.
¿Me habrán blanqueado?
¿Cuándo voy a integrarme?
Qué pelo hermoso,
crin de caballo,
qué bien haces el pollo frito.
Qué piel, qué suave,
qué dientes, qué manitos,
tan pequeñas y morenitas.
Podría bajar un bloque de hielo
de la cordillera en mi espalda
para purificar la cosecha.
Me aplaudirías.


Me he reproducido como una flor de cactus
en este territorio ajeno que voy haciendo mío.
Con una mujer blanca y un hombre cholo,
enredamos nuestras tres lenguas para fabricar otro nido.
Polinizados por el picaflor de garganta rubí.

Pero en los parques infantiles soy la niñera de mi hijo
o de cualquiera de sus hijos, de sus madres, de sus padres.
Ni siquiera sé llorar con decoro en los velorios.
Y tampoco quiero.
Solo sé hacer el indio ante la muerte.
Mi teatralidad de culebrón, mis celos endemoniados,
mis exabruptos.
Pero no volverán a cortar mi larga y negra trenza
para tirársela a los perros.
Minucias del privilegio de la migración con papeles.
Hay tantos, sin embargo,
que no volverán a ver sus ríos.
Apenas la odisea
y el agujero negro del interno
en el limbo del refugio.
Los que están aquí mejor que en el otro infierno.
Todo pasa,
encadenándose de norte a sur
como las parras en primavera
Como las pelotas de goma que disparan
mientras nadas en el tramo Marruecos-Ceuta.
Como una zapatilla Nike flotando en el Tarajal.

Mientras el rey esquía
con un completísimo equipo para la nieve.
Nunca dejamos de buscar lo que fuimos
para comenzar a ser lo que soñamos.
En un movimiento que nos aleja de la frontera,
ese lugar entre la vida y la muerte
en la que un diputado de derechas abraza a la policía.
Europa, les disparas en sus países,
les disparas en tus colonias,
les disparas en el agua,
les disparas en las fronteras,
les disparas en sus casas,
les disparas en el corazón.
Mi profesora de geografía en Perú,
la que me enseñó la escala,
la latitud y la longitud del mundo,
le cambia el pañal a tu padre, España.
Ten un poco de decencia.

Gabriela Wiener, poema en Huaco retrato

Actividades:

  • Enumera los que, según tú, son los temas presentes en el poema.
  • Busca en el diccionario los siguientes términos: huaca, crin, cholo, rubí, exabrupto.

Explica:

Explica el sentido de estos versos en el poema: "El ciclón tropical lejos del núcleo cálido / Una iglesia sobre una huaca / Los cuatro caballos corriendo en direcciones distintas / para desmembrar el cuerpo / Para cortar nuestras trenzas."

Explica el sentido de estos versos en el poema: "Mi profesora de geografía en Perú / (...) / le cambia el pañal a tu padre, España. / Ten un poco de decencia".

Responde:

  •  ¿Qué desafíos específicos enfrenta la autora como migrante? ¿Cómo se manifiestan estos desafíos en su día a día y en sus interacciones con los demás?
  • En un momento dado, alguien le dice al yo poético que "se vaya a su casa". Pero, ¿a qué casa? ¿Cómo siente su casa ahora?
  • Analiza cómo la autora incorpora la interseccionalidad en el poema, considerando aspectos como género, clase y raza. ¿Cómo se entrelazan estas identidades en su experiencia migratoria?

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