Los héroes y las heroínas se definen igual desde un punto de vista narratológico. Sin embargo, a lo largo de la historia han existido algunas diferencias entre los personajes heroicos, si se trataba de hombres o de mujeres.
Por ejemplo, mientras que los héroes a menudo han sido asociados con la fuerza física, la valentía en el campo de batalla y la toma de decisiones audaces, podemos encontrar heroínas destacadas en la batalla, pero también caracterizadas por virtudes que en su contexto se consideraban más "femeninas". En épocas pasadas, estas características solían ser la compasión, el cuidado o la sabiduría, asociadas a roles más secundarios y pasivos, como ayudantes, consejeras, etc.
Con todo, podemos encontrar una gran variedad de heroínas. Como muestra, veamos cuatro de las más influyentes en la literatura occidental.
Antígona: la heroína política
Antígona es una heroína mítica, con una historia tan interesante que Sófocles la recreó en una tragedia homónima, en el siglo V a. C. Desde entonces, sigue teniendo gran influencia en la literatura y cultura actuales. Con gran valentía, defiende a su familia y desafía el poder político.
Pentesilea: la heroína guerrera
Pentesilea es una reina amazona, quizá la más conocida, junto con su hermana Hipólita. Las amazonas son un pueblo de la mitología griega, integrado solo por mujeres. Vivían en Escitia y eran grandes guerreras. La reina Pentesilea participó en la Guerra de Troya, para defender a los troyanos.
La Dama del Lago: la heroína protectora
Dentro del ciclo artúrico, compuesto por varias obras medievales, podemos encontrar muchos héroes caballerescos. Sin embargo, también podemos encontrar una heroína, si bien su protagonismo es limitado. Se trata de la Dama del Lago: es una figura protectora, quien le entrega la espada Excálibur a Arturo, el objeto mágico que le aporta la fuerza.
Elizabeth Bennet: la heroína doméstica
En el siglo XIX, los roles de las mujeres estaban asociados al hogar. En este contexto, Jane Austen crea a esta joven, protagonista de la novela Orgullo y prejuicio. Elizabeth destaca por su ingenio, inteligencia y deseo de independencia. Elizabeth experimenta un significativo crecimiento y cambio a lo largo de la historia, es decir, es una heroína que se enfrenta a desafíos y conflictos internos, al mismo tiempo que desafía las expectativas sociales de su tiempo.
