3.8 Repaso de mecanismos de referencia

Recuerde los mecanismos de referencia interna explicados en el apartado correspondiente de lengua gallega (apartado 2.4). Después, lea este texto de Miguel de Cervantes.

El Licenciado Vidriera

[…] Allí se embarcaron en cuatro galeras de Nápoles y allí notó también Tomás Rodaja la extrema vida de aquellas marítimas casas, adonde lo más del tiempo maltratan las chinches, roban los forzados, enfadan los marineros, destruyen los ratones y fatigan las maretas. Pusiéronle temor las grandes borrascas y tormentas, especialmente en el golfo de León, que tuvieron dos: que la una los echó en Córcega y la otra los volvió a Tolón, en Francia. En fin; trasnochados, mojados y con ojeras llegaron a la hermosa y bellísima ciudad de Génova, y desembarcándose en su recogido mandrache, después de haber visitado una iglesia, dio el capitán con todos sus camaradas en una hostería, donde pusieron en olvido todas las borrascas pasadas con el presente gaudeamus. Allí conocieron la suavidad del treviano, el valor del monte frascón, la nicerca del Asperino, la generosidad de los dos griegos Candía y Soma, la grandeza del de las cinco viñas, la dulzura y apacibilidad de la señora Garnacha, la rusticidad de la chéntola, sin que entre todos estos señores osase parecer la bajeza del romanesco. Y habiendo hecho el huésped la reseña de tantos y tan diferentes vinos, se ofreció de hacer parecer allí, sin usar de tropelía ni como pintados en mapa, sino real y verdaderamente, a Madrigal, Coca, Alaejos, y a la imperial más que real ciudad, recámara del dios de la risa. Ofreció a Esquivias, a Alanis, a Cazalla, Guadalcanal y Descargamaría. Finalmente, más vinos nombró el huésped, y más les dio que pudo tener en sus bodegas el mismo Baco. Admiráronle también al buen Tomás los rubios cabellos de las genovesas y la gentileza y gallarda disposición de los hombres, la admirable belleza de la ciudad, que en aquellas peñas parece que tiene las casas engastadas como diamantes en oro [...].

Cervantes Saavedra, Miguel (de), Novelas ejemplares, editado por J. Pérez del Hoyo, Madrid, 1970

 

Actividades propuestas

Actividad propuesta

S19.            Subraye en el texto anterior tres mecanismos de repetición, tres elipsis y tres deixis.

S20.            Identifique los principales mecanismos de cohesión utilizados en este texto.

 

Érase una vez un científico que descubrió el arte de reproducirse a sí mismo tan perfectamente que resultaba imposible distinguir el original de la reproducción. Un día se enteró de que estaba buscándole el Ángel de la Muerte, y entonces hizo doce copias de sí mismo. El Ángel no sabía cómo averiguar cuál de los trece ejemplares que tenía ante sí era el científico, de modo que los dejó a todos en paz y regresó al cielo.

Pero no por mucho tiempo, porque, como era un experto en la naturaleza humana, se le ocurrió una ingeniosa estratagema. Regresó de nuevo y dijo: “Debe de ser usted un genio, señor, para haber logrado tan perfectas reproducciones de sí mismo. Sin embargo, hay un defecto”.

El científico pegó un salto y gritó: “Imposible. ¿Dónde está el defecto?”.

Justamente aquí” respondió el ángel mientras tomaba al científico de entre sus reproducciones y se lo llevaba consigo.

Anthony de Mello: La oración de la rana (1988)

 

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