S23. Este poema carece de rima, sin embargo resulta musical y sonoro. ¿Cómo lo consigue el poeta? ¿Se repiten algunas palabras o estructuras?
S24. Ya desde el título, el poema parece contradictorio. Juan Ramón Jiménez no para de jugar con aspectos que son contrarios u opuestos. ¿Recuerda como se denomina esa figura literaria?
S25. Intente explicar el significado del poema.
S23.
Lo consigue mediante las repeticiones. Repeticiones de la misma palabra (“yo”, “soy”, “a veces”…) y el paralelismo entre los versos (entre el v. 4 y el v. 5; y los cuatro últimos versos). También lo consigue a través de las pausas ortográficas, especialmente las comas.
S24.
Efectivamente, todo el poema parece contradictorio. Empieza con una afirmación contradictoria: “Yo no soy yo” y sigue con otras afirmaciones que aparentemente no se entienden: “Soy este que va a mi lado sin yo verlo”.
En estos primeros versos, la figura literaria utilizada se denomina paradoja. Uno de los poemas más famosos de la literatura española donde aparece una paradoja es este de Santa Teresa de Jesús:
Vivo sin vivir en mí,
Y tan alta vida espero
Que muero porque no muero.
A partir del quinto verso (“El que calla sereno cuando hablo”) se establece el contraste, la oposición, entre ideas contrarias (calla/hablo; perdona/odio, etc.). En estos casos podemos hablar de antítesis, figura literaria que consiste en contraponer ideas de significación opuesta o contraria.
S25.
El poema habla de la dualidad del ser humano. Todos tenemos, al menos, dos personalidades opuestas. Somos, por un lado, lo que en realidad somos. Pero también somos lo que nos gustaría ser, nuestros deseos, nuestros sueños, nuestras ambiciones. Este segundo “Yo” es el que describe el poeta otorgándole todos los atributos positivos, incluida la inmortalidad.