Las emociones son parte de nuestra experiencia individual pero también social. Entendemos nuestras reacciones, comportamientos, gestos a partir de las palabras que usamos para describir esas emociones. Son una respuesta individual y expresan nuestra dimensión intrapersonal. Pero nuestra respuesta puede ser el resultado de creencias adquiridas a través de la interacción social sobre un fenómeno particular. Esas creencias y nuestras respuestas son, en ese sentido, sociales y forman parte de nuestra vida comunitaria, de nuestra dimensión interpersonal.
Esa experiencia dual intrapersonal e interpersonal se traduce lógicamente en vida digital. Las imágenes que compartimos, los mensajes que enviamos, las reacciones que nos permite una determinada aplicación son el espacio donde expresamos esas emociones, las hacemos públicas, las compartimos y las definimos.
En las conversaciones que mantenemos físicamente, las emociones se expresan de forma no verbal y de forma verbal.
Modo non verbal
En este modo distinguimos entre lenguaje no verbal y elementos paralingüísticos. Entendemos por lenguaje no verbal todos aquellos signos que manifiesta nuestro cuerpo y que muchas veces son reacciones involuntarias: los gestos que hacemos (sonreír, asentir, mover las pestañas…), reacciones en la cara (sonrojarse), los movimientos del cuerpo (temblar manos), la dirección de nuestra mirada, etc. Por expresión paralingüística entendemos los signos que aparecen cuando hablamos pero que no son propiamente signos lingüísticos aunque necesitan que usemos el lenguaje para aparecer: el ritmo con el que hablamos, el volumen que usamos, los silencios entre palabras, el énfasis específico en alguna parte en la declaración, etc.
Modo verbal
Es propiamente la expresión verbal, la dimensión lingüística de la comunicación: la selección léxica que hacemos, la organización sintáctica, los rasgos semánticos que usamos, etc.
En las conversaciones cara a cara, la información no verbal, paralingüística y lingüística debe ser coherente. Si no somos coherentes o percibimos contradicciones entre ellos, solemos dar más relevancia a la información que tiene como origen la expresión no verbal que asumimos como más espontánea y auténtica.
De esta manera, la comunicación se desarrolla a través de múltiples canales y señales y las personas obtienen diferentes tipos de información para asegurarse de que nuestra intención se perciba adecuadamente.
¿Cómo trasladamos esta expresión al mundo virtual?
La comunicación en el mundo digital emplea estrategias para lograr la diversidad de canales, modos y signos que refuerzan nuestra intención o dan pistas de lo que realmente pretendemos comunicar.
- Memes: Con este neologismo describimos cualquier imagen con o sin texto muchas veces de contenido humorístico que es compartida masivamente por las redes sociales. La imagen compartida es reconocida por una amplia audiencia y su función comunicativa es estable aunque el texto y el uso que se le puede dar se puede adaptar a una situación concreta.
- Emoticons : Con este término propio del lenguaje digital definimos pequeñas imágenes con contenido simbólico que se utilizan en múltiples situaciones y contextos en Internet o en aplicaciones de mensajería y redes sociales. Los emoticonos eran originalmente símbolos creados con signos de puntuación para expresar emociones o estados de ánimo específicos, aunque hoy en día se convierten automáticamente en pequeñas figuras y pasan a formar parte de las opciones de escritura codificadas como caracteres Unicode específicos.
- Stickers : Con este anglicismo nos referimos a imágenes o dibujos más elaborados que los emoticonos que se insertan en las conversaciones. Son parte del proceso de personalizar la comunicación en las plataformas y mezclar varios códigos en la comunicación virtual.
- Acciones por defecto de la aplicación: Muchas redes sociales como Facebook, Instagram, Tik tok o Twitter integran además del mensaje específico un repertorio de acciones interactivas que dan continuidad a la conversación como botones de me gusta u opciones para reenviar, citar o marcar.
Todos estos códigos y signos ayudan a transmitir información emocional, ya que están diseñados para hacer que la comunicación sea más efectiva y, por lo tanto, reproducir las diversas dimensiones de la interacción humana.