Rutas del agua
El agua sigue marcando el rumbo.
Descenderás su curso hasta el manantial de Cabreiroá, cuyo caudal te servirá para practicar factores de conversión mientras saboreas la historia de un balneario centenario. Las baldosas gastadas de su pabellón serán el lienzo donde diseñarás azulejos poligonales y comprobarás cómo la geometría embellece los espacios.
Más al sur, en Vidago, una vidriera circular te enseñará a descubrir lo que se ve y lo que falta.
Seguirás corriente abajo hasta los puentes triangulados que cruzan los ríos gallegos y llegarás a las termas de Ourense, donde, en sus piscinas, medirás longitudes, áreas y volúmenes.
En los viejos molinos, las matemáticas se vuelven oficio: pesarás sacos y mezclarás harinas con la precisión de un ingeniero medieval, devolviendo a los molinos la fuerza del agua que un día los movió.
De esta manera se tenderán puentes entre lo que ya sabes y lo que vas a descubrir.
¿Todo listo para seguir la ruta del agua?
Lectura facilitada
El agua guía el viaje.
Seguirás el camino del agua hasta el manantial de Cabreiroá.
Allí aprenderás a usar los factores de conversión.
En este lugar verás baldosas antiguas.
Las utilizarás para diseñar azulejos con formas geométricas.
Descubrirás cómo la geometría hace más bonitos los espacios.
Más al sur, en Vidago, observarás una vidriera redonda.
Seguirás el viaje hasta llegar a los puentes con forma de triángulo.
Llegarás a las termas de Ourense.
Allí medirás longitudes, áreas y volúmenes en las piscinas.
En los antiguos molinos, las matemáticas serán tu trabajo.
Así, devolverás a los molinos la fuerza del agua que los hizo funcionar.
Este viaje te ayudará a conectar lo que ya sabes con lo que vas a aprender.
¿Todo listo para continuar la ruta del agua?