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7.9 La información en las agencias Antes vimos que la información tiene un tratamiento determinado al cual se acogen, a través de las convenciones periodísticas y de los libros de estilo, los medios de prestigio. Las agencias, al servir información para muchos medios de distinta ideología e idiosincrasia, deben ser aún más estrictas con estas normas. Esta necesidad se puso ya de manifiesto cuando las dos grandes agencias norteamericanas, AP y UPI, comenzaron su desarrollo. Servir información para distintos medios que, a su vez, transmitirían a través de distintos soportes, requería unas pautas claras. Como primera medida se adoptó que las informaciones que iban a hacer llegar a su abonados tendrían la forma de noticias, es decir, la narración estricta de hechos, donde no hay lugar para la opinión. De esta forma se conseguía que la información sirviera a todos los medios sin importar la ideología. Han transcurrido los años, la técnica ha hecho milagros en cuanto a la rapidez de la transmisiones, pero la fórmula sigue intacta. Las agencias sirven informaciones, ateniéndose a los géneros informativos y especialmente en forma de noticia, que, como se ha dicho, consta de la entradilla o "lead" y el cuerpo de la noticia. La entradilla, ya se ha visto en el apartado de géneros periodísticos, tiene que ser redactada en estilo directo, es decir, sujeto, verbo y predicado. Debe decirse antes el cargo de la persona que el nombre; por el cargo, quien recibe la información, puede calibrar la importancia de ésta, sin embargo los nombres por sí solos pueden dar lugar a equívocos. Esta norma no es necesaria cuando se trata de una persona muy conocida. Todas las informaciones tienen que estar tituladas y el titular recoge la síntesis de la información. Su función es denotar la importancia, el interés y la novedad de ésta y animar a su lectura. En cuanto a la extensión de las noticias, algunos manuales de agencia recomiendan que éstas no pasen de las doscientas o trescientas palabras. Este dato es sólo orientativo, no puede ser una norma porque hay informaciones que, debido a su interés, sobrepasan ampliamente esta cifra. Hasta ahora se ha hablado de la estructura de la noticia y de la forma de redactarla, otro factor importante de la información son las fuentes. Se entiende por fuente a aquella persona que facilita la información y por tanto se hace responsable de sus palabras, es decir del contenido de la información. Esta persona ha de ser citada primero por el cargo y luego por el nombre. Todas las informaciones deben atribuirse a la fuente de donde procedan, identificada con la mayor claridad posible. Una información sin fuentes no es creíble, por tanto, la identificación de la fuentes sirve para dar rigor y credibilidad a la información. En ocasiones hay fuentes que no quieren revelar su identidad públicamente porque su conocimiento público les puede acarrear problemas. En estos casos, y siempre que el periodista sepa que su fuente es fiable, pueden utilizarse las siguientes fórmulas: "fuentes sindicales", "fuentes de la Policía Nacional", "fuentes judiciales"..., aunque no es recomendable abusar de esta fórmula. Hay veces que una fuente de información realiza unas declaraciones en contra de una persona o institución; el periodista debe ponerse en contacto con la otra parte para recabar su versión de los hechos y que ésta quede también plasmada en la información. Si esta parte no quiere hablar o no se le localiza -en ocasiones las fuentes rehusan hablar con los periodistas- estos datos "se negó a hablar", "no se le localizó después de intentarlo todo el día"- tienen que ser recogidos en la información.
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