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10.4 Oroganización general de la producción

Las más modernas teorías sobre el arte cinematográfico consideran que el estilo de las películas está determinado por los modos de producción; de tal manera que lo que ha exportado Hollywood al resto de la cinematografías mundiales no es tanto la forma concreta visual y narrativa de las películas, sino un sistema de producción. Y puede comprobarse que, de hecho, hay diferencias sustantivas entre la concepción de las películas de, por ejemplo, Japón o India, y la que encontramos en las naciones de cultura occidental con Estados Unidos a la cabeza; sin embargo, en todos los países del mundo el sistema para producir una película es igual: un procedimiento y una organización extraordinariamente eficaz diseñada por la industria norteamericana en los años veinte del pasado siglo.

Ciertamente, el ciclo de producción de las películas que desarrollaron los Estudios de Hollywood dejó de existir hace décadas, pero sus principios organizativos de división de trabajo se han filtrado en la manera de hacer películas de todas las cinematografías, con independencia de su vigor industrial o modestia económica.

Una vez conocida la idea que se va a convertir en película, el primer paso, claro está, consiste en conseguir un capital a través de diversas fuentes, tal como veremos en el epígrafe siguiente. Pero luego se trata de crear el equipo de trabajo. El epicentro de ese primer grupo lo constituye el productor ejecutivo, o director de producción, el director y, sólo un centímetro más alejado, el guionista. Tanto el director como el director de producción suelen tener un equipo conocido de profesionales en los que confían y a los que suelen recurrir. El director puede proponer tanto al ayudante de dirección, como al músico, al director artístico, al director de fotografía y así sucesivamente a diversos colaboradores con los que se siente más cómodo para trabajar. Estos jefes de departamento, a su vez, proponen a su equipo habitual de subordinados (el director de fotografía al segundo operador, al ayudante de cámara, al auxiliar de cámara y, en ocasiones, al asistente de Vídeo).

El equipo de producción es el primero en incorporarse al proyecto en la misma fase de preproducción. Establecen el presupuesto e inician un primer desglose del guión para advertir las primeras necesidades (véase el epígrafe 10.6). A continuación se incorpora el equipo de dirección, principalmente el ayudante de dirección, para que, junto al director de producción, establezcan los desgloses definitivos y el plan de trabajo. Esta fase es clave, pues todo el trabajo se ajustará a este plan de producción que posteriormente será repartido entre los diversos departamentos para que puedan organizarse. Debemos recordar que un rodaje no coincide cronológicamente con el orden de guión, sino que se rueda agrupando por días las localizaciones y los actores.

Al mismo tiempo que se va cerrando ese orden de rodaje, se realizan las pruebas y contrataciones de actores, se establecen los exteriores, los interiores naturales y el plató. A las localizaciones acuden el director de producción, el director, el ayudante de dirección, el director de fotografía y el director artístico para aprobarlas. Una vez hecho esto, el equipo de producción ha de solicitar los permisos de rodaje y cerrar los alquileres con las empresas auxiliares. Tras un período de pruebas de la cámara, de maquillaje y del vestuario se inicia el rodaje.

El director de producción y el ayudante de dirección establecen cada día la orden de rodaje, concreción del plan de trabajo inicial en los casos que se hayan producido imponderables. También, en este momento se incorporan a la producción del film los departamentos encargados de la publicitación y comercialización del film, negociando la presencia de los medios de comunicación en determinados días del rodaje.

Al finalizar el rodaje comienza la fase conocida como postproducción: montaje, sonorización, efectos y mezclas finales. En este proceso intervienen, además del director y productor, el montador, los técnicos de laboratorio y los estudios de sonido. Paralelamente, el equipo de producción permanece unos días laborando en las oficinas de la productora cerrando los últimos aspectos de la película.

Una vez que se tiene la copia final, el productor deberá centrarse en labores de promoción y comercialización del film. En películas caras, o en cinematografías económicamente poderosas como la norteamericana, es habitual que se realicen exhibiciones con públicos determinados para ver cómo reaccionan esos públicos concretos ante el visionado de la película. Es frecuente que estos ensayos sirvan para apurar el montaje o reducir la duración definitiva.

En este punto, la labor quedará en manos de las Empresas de Distribución y de las Empresas de Exhibición: los cines. En España no es frecuente, pero en otros lugares la productora realiza estudios sobre las respuestas de los públicos en las salas para mejorar en sucesivas producciones.