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1. La aventura comienza

 

Glosario

Atalaya

Torre circular de un castillo

Definición:

Torre construida generalmente en un lugar alto para observar un amplio panorama, ya sea terrestre o marítimo, con el fin de vigilar y dar aviso de cualquier peligro o novedad.

Ejemplo:

Desde su atalaya divisó un barco con una gran bandera pirata.

Bullicio

Persona con la mano cerca de la boca gritando

Definición:

Ruido fuerte y confuso producido por un grupo de personas que hablan, gritan o hacen otros ruidos simultáneamente.

Ejemplo:

Se desorientó entre el bullicio de la gente y el ruido de los coches.

Tenue

Semicírculo dividido en cuatro secciones numeradas y una aguja apuntando a la sección dos

Definición:

Se dice de algo que se caracteriza por su escasa intensidad o fuerza, siendo difícil de percibir con claridad.

Ejemplo:

Un tenue aroma a flores flotaba en el aire de aquella habitación.

La aventura comienza

Grisán, el protagonista de esta historia viste con ropa oscura y una capa. De sus manos salen rayos rojo. Está enfadado y lanza un hechizo

Le gustaba levantarse temprano y contemplar el amanecer. Había comenzado un nuevo día. La luz, aún tenue, iba ganando protagonismo y la noche tocaba a su fin. Todo dormía aún, y era capaz de respirar ese silencio que tanto le reconfortaba.

El sol asomaba tímidamente en el horizonte y, desde su atalaya, podía sentir el despertar del mundo. Todavía tenía tiempo, se decía. La vida comenzaba a despertar y sus ecos empezaban a llegar hasta allí cada vez con mayor intensidad.

El sol se filtraba ya entre las hojas de los árboles del patio. Gente muy apresurada llegando al colegio, voces, risas, gritos, golpes... El sonido subía por la colina como una ola imparable. Solo tenía que resistir unos minutos, tocaría el timbre, y todo volvería a la calma hasta el odiado momento del recreo. Grisán cerró la ventana con una mueca de disgusto. El bullicio le desagradaba, y el colorido vibrante de los días de sol le suponían una agonía.

Grisán llevaba una existencia solitaria, sencilla y monótona. Adoraba el orden y el silencio. Vestía siempre con prendas oscuras. Su rostro era hermoso pero severo, y no invitaba a entablar la más mínima conversación. Si alguna vez alguien se cruzaba con Grisán, procuraba rehuir su fría e inexpresiva mirada. Nadie había oído nunca su voz, que era apenas un susurro apagado. Era una persona realmente gris.

Aquella mañana una idea rebotaba dentro de su cabeza. Detestaba la alegría del recreo. Así de simple. La alegría era inútil, solo traía ruido, desorden y dolor de cabeza. Por eso había decidido actuar después de haber soportado años y años de recreos alegremente infernales. Con sus juegos, sus risas y gritos, sus carreras incesantes y su imaginación ilimitada, las niñas y los niños llenaban el aire de ruido insoportable. Y eso... iba a cambiar esa misma mañana. Debía robar la magia del patio.

Claro que sí... Grisán invocó su hechizo. No entendía por qué no lo había hecho antes. Una niebla gris se fue extendiendo sutilmente, como un ligero velo. Poco a poco, la espesura de la niebla fue en aumento, atenuando la brillante luz del sol y los colores vibrantes de ese día de primavera. Al mismo tiempo, una sensación extraña fue invadiendo poco a poco a niñas y a niños. Sus movimientos se volvieron lentos, sus sonrisas se borraron, sus voces se callaron... La energía que los impulsaba se agotaba y les atrapó una sensación de vacío y aburrimiento, de no saber qué hacer.

Grisán miraba desde su ventana con satisfacción y sonrió por primera vez en mucho tiempo. Era una sonrisa de victoria, pero carente de alegría. "Así debe ser: se acabaron los juegos inútiles, se acabaron las distracciones. Solo aburrida rutina", susurró con su voz monótona.

La niebla gris envolvía todo. La alegría había desaparecido, dejando tras de sí un pesado silencio y una tristeza inexplicable. Las niñas y los niños se movían sin rumbo y no sabían a qué jugar. ¿Quién había secuestrado su capacidad para imaginar, soñar y disfrutar? ¿Quién había robado la magia del patio? Una nueva era había empezado. ¿Lograrán restaurar la diversión y la alegría en la escuela? La aventura está a punto de comenzar.

Lectura facilitada

Le gustaba levantarse temprano.

Empezaba un nuevo día.

La luz del día ganaba espacio y la noche terminaba.

Todo dormía, ese silencio le calmaba.

El sol asomaba y podía sentir cómo despertaba el mundo.

Se decía a sí mismo que todavía tenía tiempo.

La vida comenzaba a despertar.

Sus sonidos llegaban hasta allí cada vez más fuerte.

El sol iluminaba entre las hojas de los árboles del patio.

Gente apresurada llegando al colegio, voces, risas, gritos…

El sonido subía imparable por la colina.

Solo tenía que resistir unos minutos.

Tocaría el timbre.

Todo estaría otra vez en calma hasta el odioso recreo.

Grisán cerró la ventana con gesto de disgusto.

El ruido le desagradaba.

El colorido de los días de sol eran una agonía para él.

La vida de Grisán era solitaria y sencilla.

Adoraba el orden y el silencio.

Vestía siempre ropa oscura.

Su rostro era hermoso, pero serio.

Si alguien se cruzaba con Grisán, evitaban mirarle.

Nadie había escuchado nunca su voz, era un susurro.

Grisán era una persona gris.

Aquella mañana tuvo una idea.

Detestaba la alegría del recreo.

La alegría era inútil, ruidosa, desordenada, le daba dolor de cabeza.

Había soportado muchos años esos recreos alegres e infernales.

Los niños hacían un ruido insoportable con sus juegos.

Eso iba a cambiar esa mañana.

Debía robar la magia del patio.

Grisán invocó su hechizo.

Se preguntaba por qué no lo había hecho antes.

Una niebla gris se extendió suavemente.

Poco a poco la niebla fue más espesa y la luz se fue apagando.

Al mismo tiempo, los niños se sintieron raros.

Sus movimientos eran lentos, dejaron de sonreír y se callaron.

Se quedaron sin energía.

Se sentían vacíos, aburridos, sin saber qué hacer.

Grisán miraba desde la ventana satisfecho y sonrió.

Era una sonrisa de satisfacción pero sin alegría.

Grisán susurró:

— Así debe ser, se acabaron las distracciones, solo rutina aburrida.

La niebla gris envolvía todo.

La alegría desapareció, solo quedó silencio y tristeza.

Las niñas y niños andaban sin rumbo,

no sabían a qué jugar.

¿Quién les había robado la imaginación y los sueños?

¿Quién había robado la magia del patio?

Una nueva era había empezado.

¿Conseguirán devolver la diversión y la alegría en la escuela?

La aventura está a punto de comenzar.

¿Qué vas a aprender?

A lo largo de este reto aprenderás a: 

  • Leer textos de manera comprensiva.
  • Elaborar y redactar instrucciones.
  • Utilizar vocabulario y gramática adecuados al hablar y escribir.
  • Valorar diferentes opiniones respetando los turnos de palabra.
  • Valorar la diversidad etnocultural y linguística de tu entorno.
  • Digitalizar tus instrucciones de manera atractiva.
  • Disfrutar con los demás compartiendo juegos.

Feito con eXeLearning (Nova xanela)