La energía y sus características
La energía se puede definir como una propiedad de los cuerpos que les permite realizar trabajo, o producir cambios tanto en sí mismos como en otros cuerpos del entorno con los que interactúan. Por ejemplo, un cuerpo que posee energía es capaz de experimentar y generar transformaciones como moverse, lo que implica un cambio en sí mismo (cambia su posición).
Estas son las características principales de la energía. Explóralas con las flechas.
Se transforma
Existen múltiples formas de energía, y estas pueden transformarse unas en otras. Por ejemplo, la energía química almacenada en los alimentos o los combustibles puede transformarse en energía térmica o mecánica al ser consumida o quemada.
Las formas o tipos de energía más comunes son: cinética, potencial, química, eléctrica, radiante, térmica y nuclear.
Se transfiere
Puede transferirse de un cuerpo a otro o al entorno mediante dos mecanismos principales: de forma mecánica como trabajo, o de forma térmica como calor. Ambas son formas de energía en tránsito. El trabajo se refiere a la energía intercambiada cuando se aplica una fuerza que produce un desplazamiento en un cuerpo. En cambio, la energía se transfiere en forma de calor cuando se ponen en contacto dos cuerpos a distinta temperatura. Por lo tanto, no es correcto decir que un cuerpo tiene o acumula calor, sino que es más preciso decir que un cuerpo absorbe o pierde cierto calor, ya que esto implica un proceso de transferencia energética.
Se transporta
La energía puede ser transportada de un lugar a otro, generalmente en forma de electricidad, aunque también puede trasladarse en forma de trabajo mecánico o de calor.
Se almacena
La energía puede almacenarse en ciertos sistemas, como las baterías, los resortes o los combustibles, para su posterior utilización.
Se conserva
En cualquier transformación, la cantidad total de energía involucrada se mantiene constante: la suma de todas las formas de energía presentes antes del cambio es igual a la suma de las energías que aparecen después del cambio. Este principio físico se denomina principio de conservación de la energía, y afirma que la energía ni se crea ni se destruye, solo se transforma de unas formas a otras. Por lo tanto, la energía total del universo se mantiene constante e inalterada, aunque puede manifestarse en diferentes formas.
Se degrada
La energía puede degradarse durante los procesos de transformación y transporte, lo que significa que parte de la energía se pierde en forma de calor no útil que se disipa en el entorno. Esta degradación implica que, aunque la energía total se conserve, su calidad puede disminuir, volviéndose menos aprovechable. Por ejemplo, parte de la energía eléctrica que llega a una bombilla no es transformada en energía luminosa, sino que se degrada a calor.
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Imagina que estás en una cafetería y pides un café con leche.