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6.11 Los parques temáticos
Los antecedentes del parque temático se encuentran en los parques
de atracciones que se instalaron a finales del siglo XVII en las cercanías
de muchas grandes ciudades europeas como París, Londres, Viena,
etc. Los empresarios de ferias circulan sin descanso con sus atracciones
aprovechando las fiestas locales y el tiempo de esparcimiento que permite
a los habitantes de aquellos lugares disfrutar de sus ofertas.
Los empresarios de salas de cine, el primitivo cine ambulante que se ofrecía
en barracones y pabellones que se instalan en los ensanches de las ciudades
de finales de siglo XIX, es la prolongación de esta actividad ferial
que, sin duda, ayuda a que otros avispados empresarios tengan en cuenta
nuevas ofertas para el ocio del hombre de la calle.
No obstante, el primer paso importante hacia la consolidación del
parque temático no se da hasta 1957, año en que Walt Disney
inaugura en Anaheim (California) su primer complejo con el nombre de Disneylandia,
con un personaje como protagonista indiscutible: Mickey Mouse. A partir
de los personajes ya conocidos en todo el mundo, los visitantes acuden
por millones al recinto con el fin de pasar en familia todas las horas
posibles. Las atracciones se multiplican a la vez que las ventas de productos
llenan las arcas de la compañía. En 1971 da un nuevo paso
con otro complejo –Disneyworld- levantado en Orlando (Florida) que
se va completando años más tarde con nuevos complejos (Magic
Kingdom, Disney-MGM Studio, etc.). Participa en 1983 en el complejo que
la Oriental Land Company levanta en Tokio (Tokio Disneyland) y en 1992
en Disneyland París, parque que se complementa años después,
en 2002, con la inauguración de otro espacio también cerca
de la capital francesa denominado Disneyland Resort París, dedicado
al cine, la televisión y los dibujos animados. Cuando se habla
de estos complejos no sólo se debe pensar en las atracciones, sino
que en torno a ellos se levantan hoteles, campos de golf y otros muchos
servicios que permiten a las familias disfrutar de la oferta.
Si bien Disney es la referencia principal en este tipo de parques, cabe
decir que otras grandes compañías de cine, televisión,
vídeo y música, han apostado por la construcción
de espacios propios en los que explotar al máximo sus productos.
Es así como la Universal impulsa un modo de ver el espectáculo
que se genera en el mundo del cine con las visitas guiadas a sus Estudios.
En 1990 inauguró los Universal City Studios Hollywood y después
los Universal Studios Florida, en donde el espectáculo de efectos
especiales tiene un notable protagonismo. La Universal, que también
dispone de otro parque en Osaka (Japón), en su intento fallido
de instalar otros similares en Europa se decanta finalmente por absorber
el complejo español Port Aventura (inaugurado en 1995), situado
cerca de la ciudad de Salou (Tarragona), en el que se propone una vuelta
al mundo pasando por China, la Polinesia, el Oeste americano, México,
al tiempo que se pasea al lado de Betty Boop, Popeye y Olivia, Woody y
Winnie, entre otros muchos personajes de dibujos animados.
La Warner cuenta con varios parques en Australia, Alemania y España,
los llamados Warner Bros. Movie World, en los que se explota la marca
y los productos generados por el Estudio cinematográfico. Estos
parques tienen una calle principal llamada Hollywood Boulevard, un área
de diversión para los más pequeños (Cartoon Village),
la reconstrucción del lejano Oeste (The Wild West), espacio para
que los héroes de la casa, Superman y Batman, puedan desarrollar
sus historias (Superhéroes World) y otro ambiente, el puramente
cinematográfico, en donde se cuenta con espectáculos basados
en diversas películas.
Estos nuevos espacios de entretenimiento se están enriqueciendo
con la introducción de las nuevas tecnologías, productos
multimedia y toda una estructura electrónica que refuerza el interés
por disfrutar plenamente de lo sorprendente. Entrar en estos mundos de
hierro, cartón piedra y efectos especiales, de atracciones clásicas
y otras en la vanguardia tecnológica, supone traspasar fronteras
que sólo se hacen realidad cuando se viven personalmente. La visita
a estos parques supone una experiencia única que muchos visitantes
repiten con cierta frecuencia.
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