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1 Historia y Evolución
> 1.6 La transición A partir de octubre de 1977, las emisoras empiezan a emitir sus propios espacios informativos y la radio en general comienza a parecerse al medio que hoy en día conocemos. De hecho, un año antes se aprobaría el Plan Técnico Transitorio de FM. Hasta ese momento sólo existían las estaciones de OM (Onda Media). La Frecuencia Modulada (FM), además de tener mayor calidad técnica, ofrecía la posibilidad de llegar a localidades más pequeñas (consulta el bloque La tecnología radiofónica). Sin embargo, los operadores de entonces no supieron sacarle provecho a la FM, excepto la cadena Ser, que vio en ella la posibilidad de explotar un estilo de programa norteamericano que se basaba en una lista de éxitos musicales, lo que supuso el nacimiento de Los 40 principales, que a buen seguro te sonará. Además de estos cambios, en 1978 se incorpora al panorama radiofónico español una nueva cadena, surgida a partir de la fusión de otras emisoras ya existentes: Rem (Red de Emisoras del Movimiento), Car (Cadena Azul de Radiodifusión) y Ces (Cadena de Emisoras Sindicales). Todas ellas conformarán Radio Cadena Española (RCE), que finalmente será absorbida por RNE. A principios de los 80, un acontecimiento político -el intento de Golpe de Estado del 23 de febrero de 1981-, supone una prueba de fuego para las emisoras, ya que fueron las encargadas de informar sobre lo que estaba aconteciendo en el Congreso de los Diputados. Esto dio lugar a lo que se conoce como la noche de los transistores, puesto que durante largas horas toda España estuvo pegada a la radio en unos momentos cruciales para la joven democracia. Durante la tarde de aquel frío día de febrero, muchos ciudadanos tuvieron la oportunidad de escuchar en directo la entrada de los golpistas en el Congreso a través de las ondas de radio, ya que iba a tener lugar la investidura de Leopoldo Calvo Sotelo como presidente del Gobierno, tras la dimisión, un mes antes, de Adolfo Suárez (entrada en el Congreso).
En un ámbito más estrictamente radiofónico, a finales de la década de los 70 se fraguaría también el futuro nacimiento de las emisoras autonómicas. Una vez aprobada la Constitución de 1978, y dado el visto bueno para la división del Estado español en 17 Comunidades Autónomas, se genera la necesidad de que cada comunidad tenga su propia radio y su propia televisión, algo que contemplará el Estatuto de Radio y Televisión. Esto permitirá que los ciudadanos de las distintas regiones puedan tener un contacto más directo con lo que acontece en su entorno más inmediato, aunque sin perder la perspectiva de lo que sucede fuera de él. Las primeras comunidades en disponer de emisora propia son las denominadas comunidades históricas, es decir, Cataluña, Galicia y el País Vasco. Esta circunstancia que te acabamos de describir determinará la configuración de un sistema radiodifusor en el que será posible distinguir entre distintas radios según su ámbito de cobertura territorial: las redes estatales, las autonómicas y las locales. |
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