Son varias las denominaciones que se han utilizado para referirse a una dramaturgia que rompe con el teatro de evasión y se muestra comprometida con la realidad que lo rodea. Cierto es que otras tendencias tampouco fueron ajenas a la problemática de su contexto, como el existencialismo o el teatro del absurdo, pero tienen otras características que permiten tratarlas como tendencias individuales, sin por eso obviar su compromiso.

En este tipo de teatro, llámese social, comprometido, realista crítico, etc., se dan varias propuestas:

En Gran Bretaña, hacia mediados doel S. XX, comienzan a surgir dramaturgos que se rebelan contra la moral tradicional inglesa y critican su modo de vida capitalista. Destaca aquí John Osborne con su obra Look Back in Anger ("Mirando hacia atrás con ira" o "Recordando con ira"), estrenada en 1956, que describe con realismo y dureza la relación que se da entre los personajes que forman un triángulo amoroso; precisamente este realismo nada condescendiente y contrario al "escapismo" anterior, dió lugar al movimiento denominado "angry young men", y la corriente recibió el nombre de "kitchen sink realism" (realismo de fregadero), que cultivarán otros autores y autoras como Harold Pinter, Arnold Wesker, Shelegh Delaney, etc. Esta última dramaturga es la autora de otra obra muy conocida: A Taste of Honey ("Sabor a miel"), de 1958, en la que pone en duda las creencias sobre la clase, el género o la orientación sexual. Aquí podemos ver el anuncio:



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