INTRODUCCIÓN
El panorama teatral de la España de la inmediata posguerra es bastante pobre; la dictadura obliga al exilio o al silencio a muchos autores y autoras y, para aquellos que intentaban continuar con su labor, se presentaba el problema de la censura.
Por otro lado, las literaturas gallega, catalana y vasca encontraban, además, otras dificultades relativas al uso del idioma, lo que prácticamente impidió que se desarrollara la literatura en estas lenguas y, más concretamente, el género teatral, que implicaba representaciones ante un público.
En el caso de otras literaturas occidentales, también se dejó sentir la huella de la II Guerra Mundial, ya que, durante unos años, parte importante de la producción teatral tuvo como característica el "escapismo"; por ejemplo, en el teatro inglés destacaban las comedias destinadas a un público burgués, frente al que surgió, como veremos, la reacción, a finales de los 50, de los llamados "jóvenes airados" o "jóvenes iracundos".
A su vez, en EEUU, se ofrecían, en estos años, musicales y comedias frívolas, aunque siempre con excepciones, como es el caso de Eugene O´Neill, que cultivaba un teatro realista.
Se intentará aquí dar cuenta de las tendencias que, en mayor o menor medida, se cultivaron en el panorama teatral de esta época.