TEATRO VASCO

La Guerra Civil y posterior dictadura truncan la actividad teatral que se había llevado a cabo en el País Vasco en el primer tercio del siglo. Ahora, será el teatro de Iparralde el que domine la escena vasca, con piezas para ser representadas en centros dependientes de la Iglesia.

Es preciso mencionar a Piarres Larzabal, uno de los autores más prolíficos del teatro vasco, que dominaba tanto el drama como la comedia. Muchas de sus obras, una vez representadas, no llegaban a publicarse, y no será hasta los años 50 cuando se comience a hacerlo: Nork hil du Oihanalde? ("¿Quién ha matado a Oihanalde?"), de 1950; Xirristi-Mirrixti (1950); Okillomendi alkate ("Okillomendi alcalde"), de 1952; Etchahun (1953); Portu Txoko (1954); Berterretx (1955), etc.

A partir de 1953, comenzará cierta revitalización teatral, cuando la llamada primera generación de posguerra, a la que pertenece Larzabal y otros autores como Nemesio Etxaniz, Zubikaray, Lasagabaste, Labaien..., comienza a dar a conocer una producción bastante heterogénea.

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