Se trata de una corriente surgida en la década de los 40, pero cuyo auge no se produjo hasta las siguientes dos décadas como reacción a los totalitarismos, a la II Guerra Mundial, a la guerra fría... Representa la incoherencia humana a través de situaciones disparatadas, de una trama ilógica, así como los diálogos, que evidencian la imposibilidad de la comunicación, lo que provoca cierto humorismo, aunque reflejan, a su vez, la angustia vital, por lo que tiene características coincidentes con el existencialismo.

Los principales representantes fueron Samuel Beckett, Eugène Ionesco, Arthur Adamov, Jean Genet, Fernando Arrabal, Manuel de Pedrolo, Miguel Mihura, Jardiel Poncela, etc.

Eugène Ionesco o Eugen Ionescu, escritor francés de origen rumana, fue el máximo representante del teatro del absurdo. Su primera obra La Cantatrice Chauve ("La cantante calva"), de 1950, ya se inscribe de lleno en esta corriente; consiguió un gran éxito y es una de las obras más representadas en Francia. Se trata de una crítica satírica al modelo de familia burguesa de la época; a este respecto, se debe recordar que, pese a caracterizarse el teatro del absurdo por los diálogos inconexos o las situaciones inverosímiles, no está exento de compromiso social.

Fragmentos de la representación en castellano:
https://www.youtube.com/watch?time_continue=1&v=DC1KX4BCbHI
https://www.youtube.com/watch?v=cMKvZqEvXgQ










Gorupdebesanez, Eugen Ionesco, CC BY SA

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