Euloxio Ruibal trata de combinar, en sus obras, las innovaciones teatrales del momento y la tradición gallega; de este modo, recibe influencias del teatro épico de Bertolt Brecht, en el que se refire al efecto de distanciamento ya comentado aquí varias veces y, al mismo tiempo, se deja sentir la huella de autores como Castelao o Blanco Amor. Pese a publicar buena parte de su obra a partir de los 70, podemos mencionar aquí: Zardigot (1973), O roubo do aparello (1973), O cabodano (1975), A sonada e proveitosa enchenta do Marqués Ruschetino no derradeiro século da súa vida (1975).
El polifacético Vidal Bolaño (dramaturgo, director, escenógrafo...), figura clave del teatro gallego contemporáneo, casi no tiene obra publicada anterior a 1975 (nacio en 1950), podemos citar Amor e crime de Xan o Panteira (1975) o Laudamuco, señor de ningures (xa de 1976). Será posteriormente, cuando desarrolle la mayor parte de su labor en este campo.
TEATRO VASCO
Por lo que respecta al País Vasco, de nuevo a partir de los años 60, van surgiendo grupos de teatro, como Jarrai (1960), Cómicos de la legua (1968) o Karraka (1980)...
El primero comienza su actividad en los años 60; la renovación que supone engloba tanto elementos de la escenografía como el mismo repertorio, ya que rompe con los viejos moldes al representar a Tennesse Williams, O´Neill, Camus, etc.
En este contexto, surgen otros colectivos, como Akelarre, que lleva a escena una trilogía del pueblo vasco; el grupo Cobaya, que pretende llegar a públicos marginados de la cultura, etc.