FERNANDO.- Sí. Acabar con todo esto. ¡Ayúdame tú! Escucha: voy a estudiar mucho, ¿sabes? Mucho. Primero me haré delineante. ¡Eso es fácil! En un año... Como para entonces ya ganaré bastante, estudiaré para aparejador. Tres años. Dentro de cuatro años seré un aparejador solicitado por todos los arquitectos. Ganaré mucho dinero. Por entonces tú serás ya mi mujercita, y viviremos en otro barrio, en un pisito limpio y tranquilo. Yo seguiré estudiando. ¿Quién sabe? Puede que entonces me haga ingeniero. Y como una cosa no es incompatible con la otra, publicaré un libro de poesías, un libro que tendrá mucho éxito...
CARMINA.- (Que le ha escuchado extasiada.) ¡Qué felices seremos!
FERNANDO.- ¡Carmina! (Se inclina para besarla y da un golpe con el pie a la lechera, que se derrama estrepitosamente. Temblorosos, se levantan los dos y miran, asombrados, la gran mancha en el suelo.)
Se ha catalogado también como teatro de corte existencial la obra de Alfonso Sastre: Escuadra hacia la muerte (1953), que encierra un mensaje antimilitar que se desarrolla en un espacio cerrado, claustrofóbico y angustioso, en el que se advierte que todos los personajes están abocados a la muerte. La relación con la obra de Sartre Huis clos ("A puerta cerrada", 1944) es evidente; también en este caso tenemos a unos personajes compartiendo un espacio cerrado y obligados a convivir, lo que desencadenará lucha y confrontación.