VALLE INCLÁN
Ramón María del Valle-Inclán es hoy reconocido como uno de los grandes creadores de la dramaturgia occidental. Aunque la crítica tradicional le integra en el Grupo del 98, su visión estética le convierte en un autor inencasillable.
Sus primeros escritos tienen una gran influencia del MODERNISMO, desde el que evoluciona hacia una sátira deformadora, que será la base de lo que él llama después esperpento. Se inicia con obras como El yermo de las almas y El marqués de Bradomín, insertas en un esteticismo decadente muy de fin de siglo que elimina todo aspecto ético o moral.
A partir de este momento Valle presenta una producción teatral que RUIZ RAMÓN clasifica en tres ciclos:
1º) CICLO MÍTICO: Se inicia con la trilogía de las Comedias bárbaras: Cara de plata, Águila de blasón y Romance de lobos. Estas piezas se sitúan en una Galicia mítica y feudal en la que rigen los instintos y las costumbres más primitivas.
Presenta la historia de los Montenegro. El enfrentamiento familiar al que asistimos es el último estadio de la descomposición de una raza de hidalgos en las que ya no tienen cabida las costumbres medievales que regían la existencia.
En muchas ocasiones se ha situado esta trilogía en la frontera entre teatro y novela, llegando a hablarse de una dramatización de la prosa.