La vida de un ilustrador es, ante todo, una constante aventura, Aventura porque se trabaja en un terreno apasionante, que proporciona placer por crear. Aventura porque cada día es diferente, y porque los proyectos varían constantemente: no sólo en temáticas, sino incluso en técnicas, medios, etc. Un día trabajas en un álbum ilustrado, otro en humor gráfico para prensa, y otro en cómic, cartelismo, o materiales multimedia. Tienes que estar dispuesto a los cambios, a cambiar tu perspectiva, a pensar en diferentes destinatarios, y a adaptarse a cada nueva exigencia.

Y también es una aventura porque no sólo consiste en crear materiales y obras. También es preciso acudir a editoriales, a instituciones, e incluso a imprentas. Y además existe la labor de difusión: charlas, talleres didácticos, participación en encuentros con otros profesionales, presentaciones de obras, organización de exposiciones, etc.

LA CREACIÓN

DE UNA OBRA

UN EJEMPLO: "O NENO QUE TIÑA MEDO DOS ROBOTS / O ROBOT QUE TIÑA MEDO DOS NENOS"

EDEBÉ-RODEIRA

La historia de la creación de esta obra pasa por el encuentro de dos autores, el escritor (Miguel Vázuez Freire) y el ilustrador (Xosé Tomás). A partir de una idea del escritor, se reúnen y hablan. Una historia de un niño que tiene miedo de los robots, y otra historia pareja de un robot que tiene miedo de los niños.

Dos historias en un solo libro. Y la idea descabellada de hacer dos cubiertas, dos portadas, y dos historias que comienzan al comienzo, y terminan...en el medio del libro.

Es preciso ponerse a trabajar. Y ambos deciden que se va a tratar de una historia de paralelismos, para fusionar idea y forma: los miedos del niño son los mismos miedos que los del robot. Y los dos comparten vidas semejantes: desayunan, se duchan, van al baño, escuchan a sus padres, reriben todos sus miedos, salen a la calle, se asustan, se ven venir mutuamente y...se conocen. una mitad del libro se lee en un sentido y la otra en el otro. ¿Cómo hacer una viñeta central, común a las dos historias, que se pueda leer en los dos sentidos?

Comienza la discusión, la reflexión entre ambos creadores, y finalmente surge la solución: una escena en plano picado, más bien cenital. Así se podrá leer en cualquier dirección.

Una vez tomada esta decisión, crucial y definitiva para la obra, comienzan a construír un mundo alrededor de los personajes: el texto hablaba de calles, de casas, de un mundo en el que cohabitaban humanos y robots, pero no precisaba más detalles.

El ilustrador, aplicando la perspectiva de los desbordamientos creativos, es en este caso el encargado de cubrir todos esos vacíos, y crear una identidad visual al libro.

Entonces aparece una reflexión, basada en la idea de contrarios que no son tan diferentes: el niño y el robot.

Con la intención de acercar a los prtagonistas se piensa en un tiempo futuro, más bien futurista. En este mundo los robots llegaron al nivel intelectual y emocional (muy importante este dato) de los humanos. Y los humanos consiguieron un alto grado de sofisticación tecnológica. Había que crear una identidad a los robots, una especie de aspecto global. Finalmente se decidió que estuviesen hechos de materiales de reciclaje. Esta decisión les confirió un aspecto "familiar", puesto que estaba hechos de todas aquellas cosas que normalmente tiramos a la basura y nos recultan reconocibles: secadores de pelo, aspiradoras, cafeteras, surtidores de gasolina, lavadoras, etc. Los robots estaban "humanizados".

En cambio, los humanos estaban en un estado de tecnocratización extrema. Sus casas son frías, demasiado pefectas, en contra de las imperfecciones de los robots.

La cocina del robot está llena de aparatos reutilizados: una tostadora de disquettes, una caja de cereales llena de tornillos, manzanas de lata, aceiteras, etc. La cocina humana es flotante: los elementos levitan sobre la mesa y el suelo. Y hasta el perro que tienen es robótico, mucho menos expresivo que el perro de los robots.

Ambos autores pretenden así crear dos universos que se tocan, a pesar de las diferencias. Y quieren contar así que los prejuicios hacia los diferentes perviven durante los siglos: los humanos siguen teniendo miedos infundados sobre los robots, y viceversa.

una vez que la obra está concebida, el siguiente paso es cautivar a una editorial que confíe en el proyecto, siendo éste tan arriesgado formalmente. En esta ocasión, EDEBÉ-RODEIRA acogió el libro, y decidió editarlo en castellano y gallego, comercializándolo en toda España.

LA DIFUSIÓN

DE LA OBRA

Los ilustradores no sólo crean su obra desde la soledad del estudio. Además, salen a la calle, a los colegios e institutos, a las facultades, a las bibliotecas, y hablan de sus obras. En el caso del libro mencionado, ambos creadores realizaron talleres sobre él, impartieron charlas a niños y niñas, y también a docentes, hicieron demostraciones en vivo de cómo se gestó la obra, y hasta utilizaron elementos audiovisuales para crear atmósferas mientras eso sucedía.

Los talleres de lustración son un medio excelente para que los lectores conozcan el álbum ilustrado, sus tipos, sus partes, y su historia.

Con ejercicios prácticos, juegos creativosy un largo número de prácticas, se dieron cuenta de la importancia de comunicar con la imagen, un lenguaje que los sistemas educativos en general descuidan.

Las visitas a los medios de comunicación son igualmente pate del trabajo cotidiano de un ilustrador: a veces para promocionar obras que acaban de salir publicadas; en otras coasiones para participar en tertulias o entrevistas sobre, precisamente, el oficio de la ilustración.

Participar en los medios es fundamental para dar a conocer un medio que la sociedad, en ocasiones, deconoce, o no conoce en profundidad. Es preciso hablar de ilustración, de los efectos comunicativos que posee, de la importancia de la imagen, en ocasiones por encima de la palabra.

ENTREVISTA A UN ILUSTRADOR: DANI PADRÓN

Sus secretos creativos, sus reflexiones, su día a díaen una profesión tan sacrificada como ilusionante.

Dani Padrón (Ourense, 1983)

http://daniipadron.blogspot.com.es
Arquitecto por la ETSA da Coruña. Llegó a la ilustración a través de la caricatura y del cómic, tras ganar un accésit en el IX Concurso Galego de Caricaturistas Noveis (2009) y un segundo premio en el XIV Certame de Cómic de Cangas (2010). Comenzó su carrera como ilustrador infantil en 2011 con el premio Pura e Dora Vázquez (2011). En 2014, la asociación galega de editores premió su trabajo en Pan de millo (de Migallas Teatro, editado por Kalandraka) con el Premio Isaac Díaz Pardo al mejor libro ilustrado. También por ese trabajo fue seleccionado en 2015 paral a Bienal de Bratislava.

¿Cuántos años llevas dedicado a la ilustración como profesión?

El primer libro que ilustré salió en el año 2011, e hice varios en los dos años siguientes. Viviendo de ilustrar llevo menos tiempo, diría que estoy en mi tercer año.

¿Cómo fue tu relación con el dibujo y la epresión plástica cuando eras pequeño?

Tuve la suerte de que me gustaba mucho, y seguí dibujando en ese momento en que la mayoría de los niños deja de hacerlo. Más tarde se convirtió además en una herramienta para hacer juguetes, Muchos de los muñecos que tenía eran dibujados.

¿Hubo algún maestro o maestra que te ayudasen a salir adelante como creador visual?

En el colegio tenía un maestro, Manolo Lorenzo, que sí me animaba a seguir dibujando. Se implicó conmigo hasta donde pudo. Es cierto que el contexto no era l ideal. Entonces hablar de dibujo era halbar de un hobby, no de una posible salida profesional, y así era más complicado que los alumnos pensásemos en tirar por ahí. Más recientemente, hace unos años, fue clave para mí la figura de Chema Mesías, cuando hice el Máster de Secundaria. Él me vio nacer como ilustrador, y me ayudó mucho a dar los primero pasos.

En el panorama gallego tú eres una figura indiscutible de la ilustración para libro infantil. ¿Qué significa para ti hacer ilustraciones para pequeños?

Cuando era pequeño las ilustraciones cambiaban mucho la forma que tenía de vivir los libros. A veces porque eran bonitas, otras porque me daban miedo, o porque eran muy imaginativas, o porque era raras. Ilustrar para niños es especial porque me permite vivir lo mismo, pero ahora desde el otro lado.

¿Podrías describir tu proceso de trabajo con un escrito cuando creais un libro conjunto?

Lo más habitual es que reciba un texo desde una editorial y una fecha de entrega para las ilustraciones. En estos casos, normalmente hago el trabajo sin intercambio de opiniones con la persona que escribió el texto. Sé que lo ideal sería hacerlo y que todas las partes implicadas en la creacón del libro quedasen encantadas, pero no siempre es posible, y a veces pedir sugerencias puede acabar creando problemas de tiempo. Alguna vez algún escritor se puso en contacto conmigo para ofrecerme hacer un proyecto juntos. Cuando es así, si llegamos a un acuerdo con un texto, yo voy haciendo en ratos libros mi parte. En estos casos sí hay comunicación para tratar de hacer algo con lo que los dos quedemos totalmentel satisfechos. A lo e mejor hago dos o tres ilustraciones y después tratamos de buscar quien nos lo publique.

Y después está el caso de María Canosa.

Efectivamente. En el caso de la escritora María Canosa, con quien has hecho ya varios libros, ¿cómo funciona la relación profesional cuando los dos creadores se van conociendo cada vez más?

Con María es diferente, porque ya no es una relación profesional somos amigos. Ahora, enlos proyectos que hacemos, participamos los dos en todas sus fases. Tenemos confianza para criticar lo que no nos convence del trabajo del otro, no nos cortamos.

¿Recuerdas algún trabajo que te quitase el sueño por las noches?

Eso es algo que me pasa con todos al principio. No por preocupación, sino porque cuando me llega un texto nuevo no paro de darle vueltas en la cabeza, sobre todo mientras no estoy dibujando.

Cuando te enfrentas a un álbum ilustrado, ¿cómo es tu proceso habitual de trabajo? ¿Cómo organizas los tiempos? ¿Cómo y cuándo pasas del texto a las imágenes? ¿Realizas muchos bocetos? Cuéntanos todos esos "secretos".

Lo primero que hago es leer el texto varias veces, y dejarlo reposar uno o dos días, si no es muy urgente. En ese tiempo, como decía antes, le doy muchas vueltas a la cabeza, unas veces coluntariamente y otras sin buscarlo. Inconscientemente se me va formando una idea de lo que voy a hacer, o de lo que pieno que voy a hacer. Entonces, voy directamente a por una primera ilustración. Además de conocer las dimensiones que va a tener el dibujo, para mí es fundamental colocar un etxto qu me permita saber qué cantidad de papel debo dejar más libre. Nunca decido lo que voy a dibujar si no sé aproximadamente la forma y el tamaño del espacio que va a poder ocupar. En esta primera ilustración procuro que ya aparezca el personaje o personajes principales de la historia, porque esa ilustración es la que va a marcar cómo será el resto del libro.

Si el cliente no lo pide, no hago un storyboard de todo el libro, ni hago las ilustraciones por orden. Cuando tengo una idea para una ilustración, la hago, siempre tratando de que encaje con todo lo que llevo hecho. Y así una a una hasta terminar el libro.

¿Escuchas música cuando dibujas? Dinos una obra o autor que te haya inspirado.

Me gusta trabajar con música, fundamentalmente con bandas sonoras. No tanto para que me inspire como para que me haga compañía. Me encanta James Newton Howard. Pero voy por etapas, no siempre pongo música. Trabajo también mucho con películas o partidos de fútbol.

Menciona uno o varios ilustradores que te marcasen.
David Pintor, Quentin Blake, Miguel Robledo, Tha, Gabriel Pacheco...

Cuando vas a una librería a comprar un álbum ilustrado, ¿en qué te fijas?

Compro los libros o porque me atraen las ilustraciones, o porque pienso que me pueden resultar útiles como referencia cuando yo tenga que hacer las mías, o porque me atrae el libro como objeto. Muchas veces coinciden los tres factores.

Pensando en los futuros ilustradores e ilustradoras de Galicia, ¿qué les dirías a los que quieren comenzar en esto profesionalmente?

Lo mismo que me digo a mí cada día, que también estoy empezando. Que si están convencidos de que es lo que quierne, trabajen con todas sus fuerzas.

¿Qué opinas de la estimulación de la creaticidad en las escuelas en general?

No sé si últimamente mejoró algo el tema. Cuando yo estudiaba, el funcionamiento de las clases era el mismo independientemente del nivel de creatividad de los alumnos. Tenía compañeros realmente creativos que estaban fracasando acaémicamente a pesar de que se les notaba que tenían algo especial. Y no se hacía nada con ellos. No se hablaba de creatividad, sólo había buenas y malas notas.

Mil gracias, maestro!