(SECCIÓN PARA ARTISTAS DE TODAS LAS EDADES)

La pregunta normalmente tiene una respuesta sencilla, rápida, aparentemente lógica: el escritor o escritora tiene una idea, que desarrolla en un texto. El ilustrador viene después, con el fin de crear imágenes para ese texto.

¿¿¿1º el escrito - 2º el ilustrador???

Pero la realidad no siempre esasí. Más bien, la realidad es casi siempre diferente, sobre todo cuando ambos creadores forman un equipo cohesionado.

Veamos un ejemplo:

Durante una ola de incendios por toda Galicia, la Asociación Galega de Profesionais da Ilustración (AGPI) propone a los miembros de toda la COmunidad que creen una imagen sobre el tema. La mayoría elaboran una ilustración reflexiva, sobre los comportamientos cívicos. Un ilustrador, Xosé Tomás, hace su imagen.

A continuación, una escritora, CHARO PITA, observando la imagen, decide escribir un poema inspirado en ella.

En este caso, no es el texto la primera obra en surgir. Al contrario, se trata de una imagen que posteriormente da pie a que se escriba una historia. De esta maera surgen muchos libros, muchos álbumes ilustrados. Y cuando la complicidad de ambos autores es real, la obra va y viene, de uno a otro, y ambos creadores se intervienen, se funden, para crear una obra conjunta.

Profundas eran as nais nos días de marzo,

Intensamente ocupadas en ser

desencadeaban fillos imprevisibles fortes,

Eran intensamente.

Os seus corposde abondosa espesura

bailaban a vida do pan cotián

fornecido en praceres

e colgaban frautas dos seus cabelos bestiais

por onde ouveaban

o vento do freixo e o voo das ameixeiras.

Fermosos eran os fillos nados de tanta nai

como o galope das madreñas por entre o peito do monte,

aloumiñando

a ceibe vontade dos volcans.

Charo Pita

Crear una IDENTIDAD: personajes, atmósfera, trasfondo, colores, técnica, ... :
- Todo debe tener un SIGNIFICADO.
- Todas las decisiones deben estar justificadas.
- Todos los elementos deben constituir un universo totalmente compacto y coherente (ninguno debe actuar por su cuenta)

Obras ilustradas por Xosé TOmás. Por orden, de arriba abajo, de izquierda a derecha: (El niño que tenía miedo de los robots/El robot que tenía miedo de los niños, Editorial Edebé; El gran libro de relatos de piratas y corsarios, Editorial Parramón; María é maior, Baía Edicións, O arco da vella, Edicións Xerais; O pirata Metepata, Baía Edicións).

Los canales de distribución son una parte muy importante del proceso. Un libro puede ser una obra maestra de la literatura, e incluso de la ilustración. Pero si la distribución es insuficiente, irregular o poco eficaz, esa obra puede estar condenada al olvido. En cambio, si la distribución es buena, el libro puede llegar a todo tipo de librerías, de plataformas multiproducto, a espacios de venta digital, a bibliotecas, a revistas difusoras de novedades, etc.

En la distribución del libro se implican las editoriales, y ambas empresas trabajan conjutnamente para que la obra llegue al verdadero punto de interés: el lector.

Son lo más importante. El destinatario. Cuando escritor e ilustrador trabajan en un proyecto, tienen siempre en mente un receptor de su mensaje. Las obras ilustradas pueden estar pensadas para un lector infantil, pero la mayoría de las veces el gran éxito está en que éste no esté limitado. Así, obras como las de ShaunTan están pensadas para cualquier tipo de público.

La explicación de esto es que son imágenes muy evocadoras, de interpretaciones tan abiertas, poliédricas y polisémicas, que cualquier lector puede apropiarse de ellas de una manera diferente y personalizada.

Y en el álbum ilustrado es muy frecuente que no sólo el libro llegue al lector. A veces los autores también llegan, fisicamente: en encuentros, talleres de ilustración, de escritura, en talleres alrededor de la obra, para experimentar lo mismo que vivieron los autores al crear la obra, para ver de primra mano los bocetos, fases previas a lápiz, acabados, libretas de notas de autor, etc. Hoy en día los centros educativos y las bibliotecas dedican buena parte de sus esfuerzos a dinamizar las obras.

Encontrar una editorial que crea en el proyecto es fundamental. En esta parte del proceso es muy importante que exista complicidad con los editores. Ellos van a arriesgar economicamente, y precisan tener garantías de que el trabajo tendrá un mínimo éxito. En muchas ocasiones las editoras tienen colecciones propias, y el proyecto puede encajar en ella. Para eso hay que adaptarse a los formatos, a la extensión del texto, y las imágenes deben poseer unas determinadas características: formato, policromía/bicromía/monocromía, estilo general, mayor o menor riesgo en el diseño, y muchas más condiciones.

En algunas ocasiones, las editoriales confían tanto en un proyecto que le llega, que acceden a crear un libro especial, con unas características propias, fuera de colección, porque así lo pide la obra. En este caso el riesgo es mayor, pero normalmente la confianza es tan alta en el producto final, que todo se hace con la ilusión de que llegue a los lectores de manera especial.

El proceso de imprenta es sumamente impornante para la calidad del libro. Hay muchas decisiones que tomas: el tipo de papel, el gramaje, la textura, el color (si es el caso). Y es necesario que haya cierta comunicación entre el ilustrador, el diseñador, y la imprenta, para que los colores se plasmen de la manera más fiel posible.

Para que los cortes de las páginas coincidan con criterios estéticos y artísticos. Para que, a veces, se hagan experimentos formales: troquelados para crear un agujero en la cubierta; solapas que extiendan la información de la cubierta o contracubierta; máquinas especiales para formatos irregulares; y mil posibilidades, las que ofrece el nuevo concepto de álbum ilustrado.

Para que la obra impresa tenga una relación íntima con el proceso diseñado, es fundamental que se analicen pruebas provisionales antes de hacer tiradas definitivas. Sólo así se puede ir ajustando, subiendo el brillo, bajando el contraste, etc.